Cuando el silencio habla, es porque grita el alma; al ver como el corazón sangra y es ahí... cuando llega la lagrima. Esa que no puedes contener porque busca una salida desesperada, con la que ni siquiera luchas porque es para nada; esa llena de impotencia que no quieres que nadie vea, esa! La orgullosa liberada.
La misma que después de ser expulsada, es la única que deja tu corazón en calma y tu alma callada.
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