Translate

domingo, 26 de febrero de 2017

Un largo viaje...

Capítulo XIV



   Siento los latidos de mi corazón en la garganta; no puedo articular palabra alguna, no he oído bien. Tiene que ser un error... Tengo que tranquilizarme y salir de este schok en el que me encuentro. Me coge las manos y desafortunadamente me confirma...

- Nena, sí. Me estoy muriendo. 

   Sigo sin poder hablar, no me lo puedo creer, no sé que me pasa pero me siento paralizada... Dios mío dame fuerzas. Esto no puede ser verdad. Esto no puede estar pasando. Completamente inmovilizada lo miro y no puedo evitar derrumbarme por completo... 

- Eso no es verdad Mateo ¡dime que no es verdad! 
- Lo siento nena. No sabes cuánto lo siento, ojalá fuese una broma de mal gusto, pero no lo es... Tranquilizate y escuchame... Por favor.
- ¿Pensabas dejarme sin contarme la verdad? ¿Cómo has podido intentar hacerme algo así Mateo?
- Nena no quería hacerte sufrir; prefería que pensaras que era un cabrón a hacerte pasar por algo así; por eso te dije que no sabía si volvería, porque si lo supero, si salgo con vida de todo esto, lo primero que haré será venir a buscarte.

    Limpio las lágrimas de mi cara...

- Mateo, ¡escúchame! Tú no te vas a morir, ¿qué es lo que tienes? 
- Un tumor cerebral maligno Isabel, con bastante metástasis. 
- ¡Qué! ¿Desde cuándo lo sabes? 
- Desde el jueves. 
- ¡Esto no puede ser! ¡No! 

   Siento que me vuelvo loca...

- Nena por favor, ¡mirame! 
- Mateo, puedes operarte y después darte tratamiento. Puede tener solución. 
- Me voy a operar tranquila, pero eres médico igual que yo... Sabes lo que hay. Ni siquiera me lo han aconsejado porque está en una parte del cerebro complicada, pero quiero quemar todos los cartuchos posibles por estar contigo. 
- Mateo, por favor... ¿Cuándo te operas? Voy a ir contigo, voy a estar a tu lado, tú no vas a dejarme sola, no te vas a librar de mí tan fácil ¡óyeme bien! Vas a salir de esta sí o sí, no hay opción.
- Isabel, está bien. Vendrás conmigo pero por favor, pase lo que pase...
- Que no Mateo, que no te despidas de mi. Todo va salir bien. ¿Cuándo nos vamos? Y ¿Por qué ha EEUU?
- Es la madre de Tomás, Mercedes, ¿recuerdas que te la presente en la fiesta de cumpleaños?
- Si.
- Se ha empeñado en llevarme a una clínica de Massachusetts, tiene un amigo neurocirujano allí que al parecer hace milagros, a ver si es verdad y lo hace conmigo. 
- Aquí hay muy buenos neurocirujanos, pero si ese es el mejor allí iremos. ¿Cuándo nos vamos? 
- El avión sale en cinco horas. Tomás está aquí, es el que me ha acompañado para venir a verte. Nos vamos juntos.
- Nos vamos los tres. Ve mirando un billete para mí mientras hago un par de llamadas y me doy una ducha. 

    Le doy un beso y...

- Tu tranquilo que esto se quedará en un susto. ¿Tienes ahí el informe médico? 
- Si.
- Dámelo. 

    Entro en el baño y cojo mi teléfono para llamar a José Manuel del Castillo para que me informe bien.

- José Manuel, soy Isabel Espinosa.
- Hola Isabel ¿cómo estás?
- Mal, muy mal José Manuel. Disculpa que te llame tan temprano y en sábado pero es muy urgente. Voy a pasarte por correo un informe de unos resultados médicos de un tumor cerebral maligno. Necesito que seas sincero y que me contestes lo antes posible. Lo resultados son de mi novio.
- Vaya Isabel, lo siento muchísimo. 
- No lo sientas y ayúdame. 
- No lo dudes. Envíamelo y te lo miro ahora mismo. 
- Gracias, estoy a la espera. 

   Entro en la ducha y dejo caer el agua por mi cabeza, apoyo mis manos en la pared porque no puedo creer que quepa la mínima posibilidad de que mi Mateo pueda morir... Lloro hasta que no me quedan lagrimas en el lagrimal y entonces salgo de la ducha como si nada; tengo que estar fuerte para mí jerezano... Al abrir la puerta del baño, lo veo ahí de pie, ya vestido con su mano en bolsillo como siempre, mientras habla por teléfono, se gira y me ve apoyada en la puerta de mi dormitorio mirándolo, me guiña y yo dejo caer mi toalla, seguidamente cuelga el teléfono y viene hacia mí besándome con mas amor que nunca, me coje a ahorcajadas, me tumba en mi cama y me mira con esa picardía que lo caracteriza y que a mí me vuelve loca haciéndome suya una vez mas. 

                              ...
  
   Estamos listos para salir, Tomás ya está abajo esperándonos y aún no me ha llamado José Manuel; me estoy empezando a poner nerviosa. Le digo a Mateo vaya bajando baje, que enseguida lo hago yo. Me da un beso y me quedo sola. Llamo nuevamente a José Manuel.

- Isabel, ahora mismo iba a llamarte. 
- Dime José Manuel. 
- ¿Dónde estás? 
- Estoy en mi casa; pero a punto de salir para el aeropuerto.                    
- Me gustaría hablar contigo personalmente. 
- No hay tiempo para eso. Hay confianza José Manuel, dime por aquí. 
- Isabel, la cosa pinta muy mal. Si has leído el informe te lo puedes imaginar. Isabel tu novio tiene metástasis en dos órganos vitales importantes como el hígado y el pulmón.
- Pero a ver; se puede operar ¿no? Y después dar el tratamiento.
- Isabel me sabe mal, no quiero ni pensar por lo que estás pasando pero me has pedido que sea sincero. Desde mi punto de vista profesional, no debería operarse, el tumor lo tiene en una zona de difícil acceso y podría perder la vida en la misma operación. Está claro, que lo quiere intentar, pero además de correr un grandísimo riesgo de no salir del quirófano, su Cancer esta en una fase terminal. Prácticamente ha infectado gran parte de su cerebro; pero lo mas preocupante y lo que lo complica todo aún mas, es la metástasis del pulmón y el hígado. Sinceramente y costándome mucho trabajo decirte esto, a tu novio, no le queda mucho tiempo. 
   Si quieres un consejo. Intenta estar con el, el tiempo que le quede. No es mucho Isabel. Ojalá pudiera decirte otra cosa. 

   No puedo responder...

- ¿Isabel? 

   Siento como se desliza el teléfono hacia el suelo y no puedo ni siquiera reaccionar ¡noooooo! ¡Noooooo! Me derrumbo aquí sola; me vuelvo loca y tiro todo lo veo en la mesa deslizando el brazo desde la punta hasta la otra, caigo al suelo ¡no puede ser! ¡Dios mío ayúdame!  ¿Por qué? ¿Por qué? De repente aparece Mateo que viene corriendo hacia mí...

- Nena, ¿qué ha pasado? ¿Qué haces en el suelo? Ven, levanta la cara por favor Isabel...

   Me dejo caer en sus brazos, no quería que me viera así, pero estoy completamente derrumbada. 

- Nena por favor ¡mirame! Siéntate aquí, bebe agua... Espera.

   Me trae agua y yo no encuentro fuerzas.

- ¿Para qué preguntas? Por eso estás así ¿a que sí? Has pedido opinión algún colega del hospital seguro.
- Mateo, no me lo puedo creer.
- Nena, tranquila me pondré bien. 

   No lo puedo oír decir eso, porque se me parte el alma...

- Mateo.
- Isabel, seré la excepción que confirma la regla. Tú tranquila y si pasa lo que ambos no queremos. Pues tienes que continuar ¿me oyes? Tienes que seguir con tu vida. Me lo has prometido. Recuérdalo siempre.
- Mateo, si tú no estás yo tampoco quiero.
- Isabel, por favor no me digas eso...

    Los ojos de mi Mateo empiezan a liberar sus retenidas lágrimas. Pega su cara a la mía y susurrando me dice...

- No vuelvas a decirme eso nunca mas. Si me tengo que ir, déjame irme tranquilo, sabiendo que estarás bien y que conseguirás tener una vida feliz, la que hubiese querido compartir contigo. Pero no nos despidamos todavía. Aún no Isabel. Nena yo te amo, y dicen que el amor puede con todo. Quizás salga bien.
No te derrumbes porque me debilitas. Tú eres mi fuerza, mi esperanza, tú lo eres todo para mí.
- Perdóname Mateo, tienes razón. Debería de estar dándote ánimos. Lo siento. No sabía que ibas a subir. 
- Venga arriba campeona que yo sé que eres una valiente. 
- No quiero que te operes. 
- No tengo nada que perder, si no lo hago voy a morir igualmente y lo sabes Isabel, por lo menos así; lo intento. 
Ya está mas que decidido.
- ¿Y tus hermanas?
- Están allí esperándome. Se fueron ayer con Mercedes y mi padre. Yo me quedé un día mas porque no pude irme sin verte. No pude irme sin despedirme de tí y ahora quiero que sepas que no puedo estar mas feliz de que me acompañes. 
- Te quiero Mateo. 
- Yo mas. Mucho mas, mucho mas de lo que puedas llegar a imaginar. 

   Nos levantamos y salimos de mi casa dejando tirado todo el arrebato que me dió contra mi mesa... Al cerrar la puerta siento un tremendo escalofrío. 

                               ...

   Llevamos diez horas en este avión, tengo una ansiedad que me muero, pero continúo disimulando. Menos mal que está Tomás con nosotros y con todas sus ocurrencias esta haciendo mas ameno este trágico viaje.

- ¿Estás bien nena?
- Claro que si.
- Ya estamos llegando, en unos cincuenta minutos aterrizamos. 
- Menos mal.

   Se ríe y enseguida me contagia...

- ¿De qué te ríes ahora?
- De ti.
- ¿De mi por qué? 
- Guapa.
- ¿Eso a que viene?
- A que lo eres y mucho...
- Estás loco.
- Por ti sí...

    Me da un beso en la mejilla y me guiña. Yo sostengo como puedo, la enorme pena que tengo dentro de mí y le sonrío.

- Isabel, quiero que sepas una cosa; Sabes que mañana ingreso, sabes lo difícil que es esta operación al igual que sabes lo avanzada que está la enfermedad, hay un gran porcentaje de riesgo de que no salga con vida y lo sabes... Por eso no quiero quedarme sin decirte lo mucho que te quiero, eres la mujer de mi vida, con solo mirarte me desespero, con solo tocarte me quemo y con tu sonrisa me vuelvo completamente loco; me enamoré de ti desde el primer día que te ví, me has enseñado lo que es amar a alguien por encima de todo. Los momentos que he vivido contigo han sido los mas felices de mi vida y a pesar de todos los obstáculos que se han presentado hemos sabido llevarlos para continuar juntos. 
   Me gustaría pasar contigo toda la vida, haría incluso un pacto con el diablo para seguir a tu lado y despertar cada día contigo. Por eso; voy aprovechar ahora que estamos solos para darte esto... Ya que no sé si tendré otra oportunidad.

   ¡No me lo puedo creer! Saca del bolsillo una cajita de Tiffany, la abre y ahí está mi Setting, el anillo de mis sueños, el que siempre quise, el que llevo esperando toda la vida y ¡cómo no! no podía recibirlo de otro que no fuera mi Mateo. Se me saltan las lágrimas mientras me lo coloca en el dedo anular ¡no puede ser mas bonito! Se incorpora, me mira con esa profundidad que tiene el verde de sus ojos y muy bajito me dice...

- Doctora Espisona, si todo sale bien. ¿Querrías pasar el resto de tu vida conmigo?

   Las lágrimas que recogen mi cara; esta vez son de alegría y de felicidad. Lo miro y no puede tener mejor aspecto, nadie diría que está tan enfermo; ahora tengo mas claro que nunca que todo va salir bien. Todavía no ha llegado su hora, todavía ¡no! 

- ¡Claro que sí! Doctor Fernández. 

   Le doy un beso mientras le repito millones de veces cuanto lo quiero mientras el ríe a carcajadas, esas que me contagian de forma automática y que me llenan de felicidad... 





martes, 21 de febrero de 2017

Puntos de Venta de "No Quiero"

¿Aún no tienes "No Quiero" en tus manos? 



Librerías Jerez de la Frontera.

Librería Luna Nueva
Calle Eguilaz, 1

Librería El Laberinto
Calle Remedios, 9

Librería Y Papelería Recio
Centro Comercial Merca80, Av Cruz Roja, s/n

Venta Online.  

Amazon 
La Casa del Libro
Fnac
El Corte Inglés (ebook)

   Aprovecho para recordar que ya va faltando menos para la edición de "Rosas Negras" tenéis que estar mas atentas que nunca...

¡Hasta el próximo domingo!

domingo, 19 de febrero de 2017

Desesperación...

Capítulo XIII



- ¿Qué haces? ¡Me has asustado imbécil! ¿Estás loco o qué? 
- No quería despertarte, lo siento.
- Ya me estás dando las llaves de mi casa y te estás largando. No quiero verte ¡fuera! 
- Isabel; tranquila por favor.
- ¡Tranquila! ¡Qué cara! ¿Tranquila me vas a decir? Me dejas por whatsapp y ahora apareces en mi casa de madrugada tan tranquilo, es que...
- Isabel por favor te lo pido; Tranquilizate y escuchame.
- ¡Qué no! ¡Qué no! ¡Qué no Mateo! Que ya está bien de pasarlo mal. Que no puedo mas ¿me oyes? Cuando no es una cosa es otra... Estoy cansada. No quiero oír mas excusas ni historias de... me ha pasado esto o lo otro. ¡Qué no!

   Viene hacia mí y me pone la mano en mi boca para silenciarme... Sus ojos brillan y luchan por intentar ganarle la batalla a las lágrimas que al pestañear recorren su cara... No quiero ser débil pero no puedo verlo así porque me rompe el corazón.

- Nena por favor; perdóname. 

   Me dice; mientras coge mi cara sus manos.

- Yo te amo, mas que a nada ni a nadie en este mundo. Lo eres todo para mí. En cuanto leí tu mensaje mandándome a la mierda sabía que estabas mal y por eso estoy aquí, haciéndome daño porque sabía que si te veía o te oía todo iba ser mas duro para mí.

   Rompo a llorar contagiada por su pena que ni siquiera le deja hablar...

- Pero mas duro ¿qué? Si es verdad que me quieres y me amas tanto porque me dejas Mateo ¡me estás volviendo loca! Por favor cuéntame que te pasa... 

   Limpia las lágrimas de mi cara...

- No me llores Isabel.
- ¿Por qué estás así Mateo? ¡Mírate! ¡Estás destrozado! ¿Qué es lo te pasa? Dímelo por favor. 
- Me marcho a EEUU mañana y no me preguntes mas por favor.
- ¡Cómo que te vas a EEUU mañana! Y eso ¿por qué? ¿Qué ha pasado? 
- No te puedo decir. Si vuelvo prometo contártelo todo. 
- ¿Si vuelves? ¿Cómo que si vuelves? A ver... Espera; ¿hay posibilidad de que no vuelvas? Y tú qué crees ¿qué voy a estar aquí esperándote? Cuando ni siquiera estás siendo sincero... 
- Nena deja de preguntar y pasemos esta noche juntos... Lo necesito; te necesito.
- ¡Si claro! Esta noche juntos como si tal cosa y mañana te vas sin saber si vas a volver, eres un egoísta de mierda ¡no! Que lo sepas ¡no! ¡No voy a pasar la noche contigo! Ni está, ni ninguna otra. Como tú bien has dicho esta mañana, esto se ha terminado, así que deberías de haberte ahorrado el viaje. Te hubieses quedado en Jerez preparando tus cosas para irte a no sé dónde y a todo esto ¡A saber si es verdad! Ya no creo nada de ti. ¡Vete de mi casa Mateo! No quiero volver a repetírlo. Solo piensas en tí. Me pides pasar la noche contigo y mañana ¿qué pasa conmigo? ¡Eh! ¡Dime! Me quedo aquí sola, esperando que algún día vuelvas, si es que lo haces... 
- Nena por favor...
- ¡No me toques! No vuelvas a tocarme nunca mas.
- Isabel no me digas eso por favor. 
- ¡Qué te vayas de mi casa! ¡FUERA! 

   De repente me besa, llorando con su frente pegada a la mía, me suplica nuevamente que pasemos la noche juntos... Estoy desesperada porque lo amo, porque no sé qué es lo que pasa, porque no encuentro explicación lógica a lo que me está pidiendo, no se porque se va ni el motivo de su desesperación. 
    Sin poder evitarlo me derrumbo y le correspondo con un beso porque también quiero estar con el, es lo que mas deseo y por eso me dejo llevar por el momento dejando el mañana en un futuro imprevisible que en este momento quiero olvidar. Susurrando con su boca frente a la mía...

- Isabel te amo, te amo, te amo...

   Yo siento que el corazón se me hace polvo, no quiero que este momento termine nunca, quiero quedarme aquí en sus brazos para siempre.

- Mateo no te vayas; quédate conmigo para siempre.
- Siempre estaré contigo nena; no lo dudes nunca...

   No entiendo nada de lo que me dice pero ahora mismo estoy en el cielo aquí con el mientras se desliza desde mi cuello llenándome de besos; pero lo que tengo claro es que mi Mateo mañana no se va. Se queda, aquí conmigo para siempre; como que me llamo Isabel Espinosa.

                              ...


   Despierto y está justo a mí lado, profundamente dormido... Observo su piel tersa y morena que me encanta, su boca completamente relajada, sus pestañas y cejas negras, le paso mi mano por el pelo y ni se inmuta; me vuelve loca todo el, le cojo la mano para arroparme bajo su brazo apoyando mi cabeza en su pecho y me da un beso en la frente; al levantar la cara, lo miro, me sonríe y observó cómo sigue algo distinto en su mirada, no sé qué es, pero desprende una tristeza que me preocupa muchísimo ¿qué será lo que le pasa a mi Mateo? 

- Buenos días nena.
- No sé yo si son tan buenos...
- ¡Ah no! 
- Dime que no te vas y entonces si serán buenos.
- Isabel; tengo que irme. 

   Me incorpo frente a él mirándolo fijamente...

- Mateo, déjame entenderte. Cuéntame que te pasa por favor. Te noto muy triste, estoy muy preocupada y desconcertada. Si me dices que te pasa puedo ayudarte, apoyarte, no se... Estoy aquí para lo que haga falta. Pero no me digas que te vas sin decirme si vas a volver o no, porque me estoy volviendo loca. 
- Ven Isabel.

   Apoyada en su pecho me da la mano y entrelazamos nuestros dedos... Oigo sus latidos acelerados, mientras dentro de mí siento una alerta de que hay algo que no va bien, pero no sé el que... 

- Mateo, ¿tu familia está bien? 
- Si. 
- ¿Entonces qué pasa? 
- Mirame nena; prométeme una cosa. 
- ¡No! Yo no hago promesas así por qué si y menos aún cuando no estás siendo sincero conmigo; que pasa Mateo, ¿no confías en mí? 
- Claro que si.
- Entonces no entiendo de verdad...

   Vuelvo a incorporarme... 

- Me parece que estoy siendo mas paciente contigo de la cuenta, me dejas por whatsapp, me dices que me olvide de ti que esto a terminado, después de madrugada vienes a despedirte de mí porque te vas, me dices que pasemos la noche juntos...
- ¿Te arrepientes?
- ¡No! ¡Claro que no! Pero entiéndeme, por una sola vez ponte en mi lugar. Me dices que te vas a EEUU y no sabes si volverás pero que siempre estarás conmigo ¿qué significa eso? Me dices que me amas pero me vas a dejar sola, me dices que confías en mí pero no me cuentas que está pasando... No puedo mas Mateo. De verdad que no. Ahora que estaba todo mas tranquilo entre nosotros, que estaba pasando la tormenta como tú dices vienes con esto. No sé de verdad... No sé de que vas. Lo único que sé es que quiero estar contigo porque te quiero, porque lo estoy pasando fatal sin ti, porque eres mi aliciente cada día, porque me alimento de nuestros momentos para coger fuerzas y no derrumbarme por la impotencia de no estar contigo todos los días... 

   Mateo se echa las manos a la cara y empieza a llorar nuevamente... Me mira con sus ojos cubierto de lagrimas y me dice...

- Nena por favor, perdóname.

   Me siento desesperada, perdida, no sé cómo actuar, le cojo la cara y le levanto su cabeza para que me mire...

- Que tengo que perdonarte Mateo ¿qué pasa favor? 

   Me abraza y continúa llorando, yo contagiada inevitablemente empiezan a brotar lágrimas por mi cara de ver tan mal a mi Mateo. 

- No te lo quiero decir sin que me prometas antes una cosa, por favor.
- Dime... 
- Prométeme que si no volvemos a vernos, que si no volvemos a estar juntos, no tirarás la toalla y seguirás con tu vida. Prométeme que harás todo lo posible por ser feliz siempre. Estés conmigo o no. Prometeme que formarás una familia y que no te quedaras sola. 
- ¿Esto a qué viene Mateo? Tú no estás bien de la cabeza. Si me quieres dejar no pasa nada, pero dímelo claro de una puta vez. No me voy a morir ¿me entiendes? Déjate de historias raras, de películas y dime ¡Qué es lo que está pasando! 
- Isabel, me estoy muriendo. 






domingo, 12 de febrero de 2017

¿Hay alguien ahí?

Capítulo XII (segunda parte)



   ¡No me lo puedo creer! ¿Por un whatsapp me va a dejar? Sigo insistiendo pero no hay forma; lo intento por última vez y... El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura... ¡Qué! ¡Esto es muy fuerte! ¿Qué le pasa ahora? Este hombre no está bien... Le escribo.

     "Mateo; llámame urgentemente"
                         8:30am.

   Siento una presión en el pecho; no puedo entender que pasa... ¿A qué viene esto ahora? ¡Qué asco de tío! No puedo creer que me haga esto y por mensaje ¡será cobarde! Subo a mi coche dirección a mi casa... El día lluvioso otra vez para motivarme aún mas ¡qué bien! La rabia que siento en este momento no permiten dar fluidez a mis lagrimas. 
Entro en casa y... ¡uf qué agobio! Abro las ventanas para respirar aire puro porque me estoy ahogando. Miro el teléfono y nada. Ni un mensaje, ni una llamada... No encuentro explicación alguna; quizás no la tenga. No quiere volver a verme porque ya no le intereso y punto, me lo ha dejado bastante claro en ese corto mensaje, pero ¿qué hago ahora con mis sentimientos? Esto parece una pesadilla. Tengo que conseguir quitármelo de la cabeza, ha demostrado que no merece la pena, que menos que me hubiese llamado ¡qué asco de tío! Y yo coladita por él ¡qué asco de mí! Tengo que tener dignidad. Debo olvidarlo; esta relación no está siendo buena para mí. Demasiados obstáculos, discursiones, indecisiones y problemas. Se acabó.

                              ...

   Son las seis de la tarde, la ciudad está empezando a oscurecer. Y yo me siento mas sola que nunca, cojo mi teléfono y tengo once llamadas perdidas; pero ninguna de Mateo.
   Decido llamar a Blanca para salir a tomar algo, lo necesito. Si continúo encerrada me volveré loca.

- Hola Isa, ¡qué sorpresa! No esperaba tu llamada. Hemos quedado todos en casa de Manuel que ha llegado de Nueva York ¿os apuntáis?
- ¡Uf! Dile Manuel que me disculpe, pero lo último que me apetece es una reunión múltiple. 
- Ya; sé que Mateo no está aún de ánimos, pero bueno...
- No menciones a Mateo, por favor.
- ¿Qué pasa?
- Mejor te lo cuento en otro momento.
- Pero... ¿Está sola? 
- Si, estoy en casa. Me apetecía salir un rato, pero no te preocupes estoy bien. Pásalo bien y dale besos a todos de mi parte.
- Te recojo en una hora, Manuel va a quedarse aquí en Madrid un mes. Tengo tiempo de verlo... Además sinceramente tampoco me apetecía mucho.
- Blanca se te da fatal mentir.
- Bueno Isa; no me entretengas, en una hora estoy te recojo. Bueno ya te quedan solo cincuenta minutos. No acepto un no. Adiós.

   Me cuelga sin mas y de pronto un whatsapp de Mateo ¡Oig! No quiero ni abrirlo... ¡Paso! Me ducho rápidamente y mientras me visto miro el teléfono. Realmente la curiosidad me está matando; cojo el teléfono y...

    "No voy a llamarte Isabel, no quiero oír tu voz; si lo hago me derrumbo.
    Te amo nena y voy amarte siempre. Quizás ahora no lo entiendas, pero llegado su momento, lo harás. 
    Nuestro caminos se separan aquí; pero mi amor por ti será eterno. 
    Ojalá algún día puedas perdonarme"
                      18:09am.

   No debería de haber leído este maldito mensaje; la rabia que sentía se ha multiplicado por un millón. Este tío es un adicto al drama... ¡Mi amor por ti será eterno! ¡Mentira! ¡Mentiroso! Si me quisieras no me dejarías; 

                "Vete a la mierda"
                       18:39am.

                            ...

- Bueno Isa lo dicho. Mantén todo lo que hemos hablando. 
- Gracias amiga por estar siempre ahí.

    Le doy un beso y me bajo del coche... No me apetece nada entrar en casa pero no me queda otra. Tengo que seguir con mi vida y olvidarme de Mateo. Miro el reloj y son las dos de la madrugada ¡madre mía! ¡Qué tarde! Y yo sin sueño. Me desnudo y me meto en la cama, no puedo evitar acordarme de Mateo... ¿Por qué ha tenido que estropearlo todo? Me siento utilizada... Intento no pensar en nada mas y conciliar el sueño.

                              ...

   De pronto doy un respingo al oír la puerta. ¡Ay que miedo! Miro la hora y son las cinco de la madrugada. Decido salir al salón a ver qué pasa cuando oigo unos pasos que se dirigen a mi habitación...

- ¿Hay alguien ahí? 
 
                     

domingo, 5 de febrero de 2017

La tormenta...

Capítulo XII



   Llegamos a casa completamente en silencio; aún no sé el motivo del comportamiento inesperado de Mateo. 
Enciende la luz de la entrada y continúa por el pasillo hasta llegar a su dormitorio. 
Esta situación absurda y sin sentido se está convirtiendo en algo mas que incomoda. Lo sigo para que me de una explicación, pero como si le hablase a la pared entra en el baño sin decir nada... 
Me quito los stiletos y salgo a la terraza para encenderme un cigarro; el centro de esta encantadora ciudad duerme y yo me siento tan sola como estas calles... De repente siento la presencia de Mateo y al girarme lo veo ahí apoyado en la pared de la terraza, mirándome fijamente sin decir nada. Yo le desafío con mi mirada y me mantengo en silencio; a ver quien rompe antes el hielo pero... termina mi cigarro y él sigue ahí inmóvil. Decido entrar por el frío que tengo; sin quitar ojo de su mirada paso por su lado, me dirijo al dormitorio para desnudarme y meterme en la cama ya que no me apetece otra cosa que dejar la mente en blanco.
Oigo sus pasos, me giro y ahí está de nuevo con la única diferencia que esta vez no es la pared de la terraza sino la de su habitación; continúa con la misma actitud, mirándome con ambas manos en los bolsillos de su pantalón y la camisa medio desabrochada. Yo paso de él y entro en el baño para desnudarme aunque esta vez opto por cerrar el pestillo del baño para no contemplar al fantasma psicopata en que se ha convertido mi novio esta noche.
Salgo y sigue ahí... Donde mismo ¡no me puedo creer! Ya me da está dando mal rollo esto. Lo miro y...

- ¿A ti que coño es lo que te pasa? ¿La copa que te has tomado te ha convertido en estatua o qué? 

   Sigue sin contestar y yo me estoy empezando a poner de los nervios.

- ¡Te estoy hablando! Por lo menos ten la educación de contestar...
- ¿Tienes algo que decirme Isabel?
- Si, pero me lo voy a reservar por respeto a los que ya no están...
- ¿Seguro que no tienes nada que decirme? Piensa...
- Ya lo hice, no sé que te pasa... Será los dolores de cabeza que tienes continuamente, te estarán afectando mas de la cuenta.
- Tu sabrás Isabel.

    Ya no puedo mas y me voy para el, lo cojo de la camisa con ambas manos...

- ¡Escuchame Mateo! No me vaciles y se un tío... Dime que es lo que te pasa. ¡Venga dímelo! Creo que no tienes argumentos suficientes para justificar tu vergonzosa actitud.
- Vergonzoso, es para mí es presentar a mi círculo de amigos a mi novia y que esta se pierda con el anfitrión de la fiesta en la parte de arriba de la casa. ¡Eso sí es una vergüenza!
- ¿Cómo?
- Comiendo Isabel. Lo que oyes... A mí no me deja nadie en evidencia ¿te queda claro? Ni tú, ni veinte madrileñas como tú.
- ¡Tú estás loco! Vamos... No puedo creer lo que oigo. Esto ya pasa de fuerte a surrealista. Ósea, me recriminas que haya subido con según tú, con tu mejor amigo al baño, que eso es lo único que hice, subir al baño porque me perdí y me metí en un despacho y al salir me encontré con Tomás. ¿Cuando tú mismo envías a Tomás a recogerme a Sevilla que está a mas de una hora de camino de aquí? ¿Pero tú de qué vas? 
- ¿Por qué no fuiste al de abajo?
- Yo fui al de abajo pero me equivoque ya te lo he dicho, al salir Tomas me acompañó arriba para que estuviese mas cómoda, al salir bajamos juntos y fin. Es que no entiendo, ¿tú con quien te crees que estás hablando? Haces dos dias te pones las manos en la cabeza por mi reacción por la putona de tu amiga a la que no conozco de nada; cuando tú eres capaz de montar todo este circo por tu mejor amigo... ¿De quién desconfías? ¿De el? ¿De mi? Dime... 

   De repente se lleva la mano a la cara y empiezan a sonar unas carcajadas... 

- ¿Ahora de que coño te ríes? Tú no estás bien...
- De esta absurda discursion que estamos teniendo. Creo que estamos en continua tensión... Tienes razón nena; perdona.
- Vete a la mierda Mateo.

   Se acerca a mí y me besa...

- ¡Uf! Nena lo siento; me han podido los celos... Tomás es un gran conquistador, créeme, lo conozco bien. 
- ¿Y...?
- Y nada; que no se porque he reaccionado así; supongo que al ver como cuchicheaban mientras subíais... me dió la paranoia. 

                             ...
 
   Llegó el fin de mis minis vacaciones y no me queda otra que separarme de Mateo. Me acompaña dentro de la estación y tomamos un café mientras llega el AVE.

- Te voy a echar de menos nena. Mucho...
- ¿Hasta cuándo Mateo?
- Hasta que mi hermana esté mejor, sabes que hago falta aquí Isabel. De no ser así no estaríamos teniendo esta conversación. 
¡Eh! No me pongas esa carita triste por favor. 
- No se Mateo... Cada vez se me hace todo esto mas duro. 
- A mí también. 

   Me mira cogiendo mi mano...

- Isabel la tormenta pronto pasará; ya verás. Además la semana que viene está a la vuelta de la esquina.
- Si. Mejor pensar eso.
- ¿Qué te pasa Isabel? 
- Que me va pasar Mateo... Ya lo sabes.
- Bueno; quédate  con estos días que hemos pasado juntos. Para lo mal que empezamos hemos tenido un buen final.
- Eso sí; menos mal... Bueno, llegó la hora.
- Te acompaño. 
- No, mejor separemosno aquí. 
- ¿Te da vergüenza?
- Eres tonto ¡no! 
- No que va; ahora voy a bajar contigo y cuando te subas al tren te buscaré por la ventana y empezaré a llorar de rodillas gritando Isabel ¡no te vayas! 

   Empezamos a reírnos, se levanta a pagar el café y cojo mi maleta. Me da un beso...

- Te quiero nena, hasta la semana que viene ¡ten cuidado! Y avísame cuando llegues a casa.
- Si y tú mírate la cabeza; hazte una resonancia. Eres médico y sabes que no es normal.
- Nena es la migraña, el abuso de cafeína y estrés que llevo en estos últimos meses.
- Hazme caso por favor y míratelo. Te quiero. 

   Me doy la vuelta sin mirar atrás. Ya está ahí mi tren. Subo, tomo asiento y respiro. Esta situación me está superando, cada vez se me hace mas difícil separarme de él. Me pongo mis auriculares para que la música me ayude a desconectar y no comerme mas el coco.
Nos ponemos en marcha y cuando miro por la ventana lo veo ahí, tan guapo y varonil como siempre, con las manos en los bolsillos del pantalón y su sonrisa. Le levanto la mano muy discreta, le digo adiós y lo pierdo de vista como si de un fantasma se tratara. 
Es maravilloso estar con el; estoy completamente enamorada, me hace sentir cosas que en la vida pensé que sentiría y de momento solo lo puedo disfrutar por ratitos... ¿Por qué tiene que ser todo siempre tan complicado? Con lo bien que podríamos estar... Pero bueno como dice Mateo, me quedaré con todos los buenos momentos que hemos pasado esta semana y con la esperanza de que la tormenta pase pronto; empieza a sonar Lana del Rey "Born To Die" Suena mi teléfono y...

              "Ya te echo de menos"
                        11:10am.

                         "Yo no"
                        11:11am.

Río sola, cierro los ojos para relajarme y empiezo a recordar todos los momentos vividos con Mateo desde la primera vez que lo ví... Sonrío nuevamente solo de recordar todas las discusiones tontas que hemos tenido y sin darme cuenta dejo en blanco mis pensamientos dominada por el sueño.

             Una semana después.

   Cojo mi abrigo para marcharme, después de toda la noche estoy agotada; al coger el teléfono del bolso un mensaje de Mateo.

   "Lo siento Isabel; no voy a llegar ni hoy ni nunca. Lo nuestro ha terminado haz tu vida y sé feliz" 
                          7:50am.

¡Ya está con las bromitas de mal gusto! Mira que le gusta escucharme... Lo llamo  y... ¡No contesta! Lo vuelvo a llamar y suena un mensaje. Cuelgo y es el.

   "Isabel, no vuelvas a llamarme. Esto se ha terminado. No vayas a pensar que es una broma porque es la cruda realidad" 
                         8:15am.


                   





                       Rosas Negras