Translate
miércoles, 29 de abril de 2015
domingo, 26 de abril de 2015
Capítulo XIV
Entretanto, le estoy contando la desagradable y desafortunada historia de mi hermana, observo su cara. Sus ojos están brillando más que nunca por el revestimiento de sus lágrimas. Y yo no se como estoy conteniendo las mías, para poder terminar...
- Valentina. Todo esto es
traumático. No quiero ni
imaginarme como te
debiste de sentir aquel día.
- Ese fue el peor día de mi
vida Gerard. Llevo catorce
años reviviendo aquel
momento todos los días.
La impotencia de no haber
llegado antes. La
irresponsabilidad por mi
parte de no avisar a
mamá... No debería de
haberle hecho caso a
Victoria y quizás aún
seguiría viva.
- No te culpes. Eras una
niña. Como Victoria dice
en su carta fue su
decisión. Tu hermana
estaba mal. Y no sabía lo
que hacia. Además de
eso, perdona por decirte
esto pero... Ha sido muy
egoísta contigo. Me da
mucha pena Victoria, que
terminará con su vida de
esa forma, pero... Tú llevas
catorce años cargando
con el peso muerto de sus
letras. No es justo
Valentina.
- Si lo es. Ella se ha ido y
yo sigo aquí. Viva. Victoria
sólo quería protegerme.
- ¿Protegerte? ¿De qué
Valentina? ¿Del amor? ¡Per
favore! Puedo llegar a
entender lo mucho que te
afectó todo esto y repito,
más aún a esa temprana
edad. Pienso que para
saberlo tendría que
haberlo vivido igual que tú,
pero no puedes tomarte al
pie de la letra lo que
escribió Victoria porque
emocionalmente estaba al
límite. Por eso se quitó la
vida. Tú misma eres fruto
del amor, al igual que ella.
Tus padres han tenido que
sufrir horrores y ahí siguen
juntos. Esa es la magia del
amor. Superarlo todo.
Porque el amor es lo que
te da fuerzas para seguir
viviendo. Por eso ella no
vio salida al no estar con
Carlos. Porque confundió
el amor con una
costumbre obsesiva. Tú
no puedes cambiar para
que te amen. Tú eres
como eres y así tiene que
amarte la otra persona.
Ese fue el mayor error de
tu hermana. Por lo que he
podido leer, era ella su
peor enemiga. La auto
culpa la dominaba. No se
aceptaba. Y cuando lo
perdió, tiró la toalla y dejó
de ser su propio verdugo
para convertirse en
víctima. Pero víctima de
una mente enferma, no del
amor.
No quiero que te tomes a
mal esto nena. Ni pienses
que lo hago por mí. Es
porque así no podrás ser
feliz nunca. Hay hombres
malos y buenos al igual
que mujeres. No pueden
pagar justos por
pecadores no te puedes
castigar porque a tu
hermana le salió mal. No
se sí me explico
Valentina...
- No puedes hablar de
Victoria porque no la
conocías. Ella era muy
noble y buena.
- Pues más a mi favor.
Imagínate lo mal que
estaría para un hacerte
daño así... No era
consciente de lo que
escribía Valentina. El daño
que te ha hecho tu
hermana de forma
inconsciente ha sido casi
irreparable. Llevas catorce
años privándote de darte
una oportunidad. Llenando
tu corazón de odio hacia al
amor. No quiero ni pensar
el estrés que conlleva vivir
con una carga así...
Tras las palabras de Gerard, no puedo evitar nuevamente ponerme a llorar... Me ha dicho lo mismo que mamá, Jimena, mi psicólogo pero con él lo he visto claro. Me hace entender de forma fácil, cómoda, natural... Pero, aunque tiene toda la razón, no pienso Victoria haya sido injusta conmigo ni inconsciente, menos aún conscientemente. Estoy segura que su intención fue protegerme.
- No me llores más
Valentina. Si quieres que
dejemos de hablar de
esto aquí termina la
conversación. Pero... creo
que hablar es significado
de superación. Estoy aquí
contigo y lo voy a estar
siempre que quieras...
Para escucharte,
apoyarte, pero también
para decirte lo que me
parece bien y lo que no.
Sólo espero que por ello
no te molestes.
- Gracias Gerard.
- No me des las gracias.
Las gracias te las tengo
que dar yo a ti. Por
aparecer en mi vida. Por
darme la oportunidad de
conocerte aún más
sabiendo lo que ahora se.
Eso me hace sentir muy
especial.
- Eres tú el único hombre
que me ha hecho dudar
Gerard. Desde que te vi la
primera vez de forma
automática mi mente
empezó a cambiar... He
estado luchando para no
ser débil y mantenerme
firme como siempre...
Contigo no he podido. Y
como tú antes me dijiste...
Aquí me tienes. Esta soy
yo. Sin máscara, sin
armaduras...
Completamente desnuda
frente a ti.
Mirándome solamente se acerca despacito... Yo estoy temblando, de forma suave me besa dejándome relajada, Gerard me tranquiliza como nadie, me llena de paz...
- Siento mucho haberte
presionado, no pensaba
algo así...
- Yo me alegro mucho que
lo hicieras. Me he quitado
un gran peso de encima
Gerard. Ahora sí voy a
poder disfrutar de ti... Al
menos estaré tranquila. Lo
necesitaba.
- Lo necesitábamos. Me
tenías como un loco
preguntándome el por qué
de esos enfados repentinos
y sin venir a cuento de
nada... Me sentía violento.
Ahora para terminar este
tema, déjame sólo hacerte
una pregunta más ¿Por
qué llevas la carta de tu
hermana contigo?
- Cuando viajo siempre me
la echo en el bolso. No se
por qué... No la quiero
dejar en casa. No se por
qué Gerard la verdad. Sólo
se que me veo obligada a
cogerla.
- ¿No crees que de alguna
forma y sin saber por qué,
te estas torturando
cargando con ella?
- Ya te he dicho que no se
por qué... Y ahora me toca
preguntar a mí. Hablas del
amor con propiedad.
¿Cuantas veces te has
enamorado? ¿Has tenido
relaciones largas?
Se echa a reír...
- ¡Valentina vuelve pisando
fuerte!
- ¡Claro! ¿Qué pensabas?
- Así me gusta. Me encanta
esa personalidad fuerte y
exigente que tienes...
No creas que entiendo
tanto del amor... No lo
conozco porque nunca me
he enamorado. Aunque sí
he creído estarlo. Y si, he
tenido relaciones, algunas
más largas que otras. Todo
no es bonito, a veces no
sale bien, a veces se
confunde y por eso hay
que estar preparado. Hay
que aprender de las
experiencias tanto buenas
como malas.
- ¿Cual fue tu relación más
larga? ¿De cuanto tiempo?
¿De quién creíste estar
enamorado?
- Mi relación más larga fue
de un año y poco más...
Actualmente es una buena
amiga. Terminamos bien.
Fue un amor adolescente.
Alessandra es su nombre.
- ¿Alessandra tiene pareja
actualmente?
- No.
- Y... ¿Sólo sois amigos?
- Si nena. Sólo amigos. De
eso hace ya muchísimo
tiempo.
- ¿Mantenéis relación de
amistad telefónica? Por su
nombre debe ser italiana y
tú estas en Florida.
- Es amiga de la familia.
Siempre que hacemos algo
la veo y a veces nos
escribimos o llamamos.
Sus padres son muy
amigos de los míos.
- Entonces... ¿Ella estaba
en la inauguración de la
casa de tus padres?
- No... Ella ahora está
fuera. También se fue de
Italia. Actualmente no se
dónde anda... Hace meses
que no hablamos.
No me gusta a mí esa Alessandra... No voy a seguir preguntando aunque la curiosidad me mata. Eso de que esa tal Alessandra haya sido su primera novia me pone de mala ostia y que sean "amigos" peor aún. A saber cuantas amigas tiene este...
- Valentina que calladita te
has quedado...
- ¿Quieres que siga con el
interrogatorio?
Se ríe...
- No, lo que quiero es que
te pongas más cerca... Y
también quiero que sepas
que me encanta que te
hayas puesto celosa.
- ¿Celosa? ¿Yo? ¡Para
nada!
El se ríe y yo me muero de vergüenza en este momento...
- Nena. Un poquito si.
- No Gerard, te equivocas.
Tienes treinta y dos
años... Tu contestación
estaba clara.
- Si lo tenías tan claro, ¿para
qué preguntas?
- Para confirmar
simplemente. ¿Algún
problema?
- Cero.
Alza las copas y brindamos... De repente se hace un silencio entre los dos.
- ¿Y tu Valentina?
Alguien te llamaría la
atención alguna vez ¿no?
- Si, claro.
- ¡Ah si!
- Está claro que me he
cruzado con hombres muy
guapos a lo largo de mi
vida... Eso sí, ahora que he
abierto mi caja de lápices
me gustaría probar todos los
colores...
- El color que has elegido es
el mejor y ademas tiene
truco, porque no se termina
nunca ¿lo sabias? Además
es de máxima calidad no
tienes necesidad de probar
como colorean los demás.
Créeme no te van a gustar.
- ¿O si?
- Tu procura que no.
Nos echamos a reír...
- ¿Celoso?
- Si y mucho.
Me mira fijamente y muy serio. De repente sin decir nada me coge en brazos llevándome al interior, me baja de sus brazos en la entrada acorralándome en la pared y vuelve a mirarme con cara de enfado, se acerca a mí despacio y yo estoy poniéndome muy nerviosa. Me coge ambas manos por encima de mi cabeza y...
- Ahora se te van a quitar las
ganas de saber como pintan
los demás colores...
Me besa elevando mi pierna semiflexionada por encima de su cintura y me hace suya... Sin más preparación ¡ni falta que hace! Está celoso... Lo noto en la intensidad de sus besos, en la forma que me toca a la vez que me enviste con fuerza y yo estoy rendida a los pies del color favorito de toda mi caja.
…
- ¿Qué te pasa Valentina?
Me despierto de un bote y sudando, creo que he gritado, la pesadilla que he tenido con Victoria me tiene complemente hecha polvo. Ha sido más real que nunca... La impresión de su imagen tan clara gritando mi traición me hace sentir miedo. Lo abrazo y empiezo a llorar…
- Has tenido una pesadilla
nena, tranquila, no pasa
nada estoy aquí…
sábado, 25 de abril de 2015
domingo, 19 de abril de 2015
Capítulo XIII
Algún día tenía que ser... Y por lo que veo ha llegado. El interés que demuestra sobre mí, me hacer ver claramente que le importo. Me armaré de valor e intentaré controlarme, no quiero montar más numeritos sin que sepa toda la verdad.
- ¡Qué serio te has puesto!
- ¿Empezamos?
- Dispara...
- Empecemos por tu
formación. Me llama
mucho la atención lo bien
que se te da todo. Hablas
muy bien italiano pero tu
soltura con nuestros
vecinos de Massasuchets
me ha descolocado.
- Hablo cinco idiomas.
Soy una mujer preparada
para la vida.
- Impresionante
currículum.
- Mi trabajo lo exige.
- Además de ser una
adicta al trabajo y las
compras... Que realmente
es de lo poco que se de tí,
¿qué aficiones te gustan?
¿prácticas algún deporte?
¿te gusta viajar? ¿el cine?
Cuéntame...
- Pues sí, soy adicta al
trabajo y a las compras.
Pero tengo una vida muy
completa más allá de eso.
Me encanta viajar.
Cuando puedo que son
pocas veces al año,
también me escapo por
ahí... Por otro lado me
encanta el cine, leer y soy
una adicta a las series,
me engancho con
facilidad por muy malas que
sean. En cuanto al deporte,
cuando el trabajo me lo
permite, práctico boxeo y
lo alterno con la natación.
Desfogo mucho
boxeando y después me
relajo nadando. También
casi todos los días salgo a
correr... ponerme los
cascos y correr, correr,
correr... Me evade de todo
¡eso sí! me deja
reventada.
¿Satisfecho?
- En la primera partida me
has dejado kao. Eso
merece un brindis.
Elevamos las copas y brindamos... La expresión de su cara ha pasado de tensa a relajada y yo todo lo contrario porque esto ha sido muy fácil de contestar... Espero que siga en la misma línea.
- ¿Dónde aprendiste a
bailar?
- Fue de niña, pero
bailar es como montar
en bici, no se olvida...
Mi madre debido a su
trabajo y las horas que
le ocupaba, me
apuntaba a todas las
actividades extra
escolares habidas y por
haber.
- ¿A qué se dedican tus
padres?
- Mi padre es dentista y
mi madre protesico.
Tienen varias clínicas
pero tuvieron unos
comienzos difíciles.
La verdad que son los
mejores padres del
mundo para mi. No los
cambiaría por nada. Se
han sacrificado
muchísimo para que a mi
hermana y a mí no nos
faltara nada.
Empieza a reírse y no entiendo por qué... Cuando se pone así me crispa de los nervios...
- Valentina, me estas
dando una paliza hoy...
Te has dado cuenta
nena. No es tan difícil. Te
pregunte si tenías
hermanos y te faltó
degollarme. Ahora sin
preguntarte has
contestado. Tienes una
hermana... ¿Cómo se
llama?
Es verdad no me he dado ni cuenta... Empiezan a temblarme las piernas. No estoy preparada para hablar de ella. ¡No lo estoy!
- ¿Qué te pasa nena? Te
ha cambiado la cara ¿te
encuentras mal?
- Gerard. No puedo.
- Me estas asustando
nena. Estas temblando...
Se levanta de la silla y me abraza.
- ¡No me toques!
- Valentina, por favor.
Tranquilízate. ¿Quieres
que paseemos?
- Que me sueltes ¡joder!
Me levanto y me coge del brazo para que no me vaya... Estoy eufórica ¡no puedo! necesito que me deje en paz ¡por favor!
- Valentina. ¡No! quiero que
saques ese dolor fuera...
tengo unas ganas
infinitas de conocerte, de
realmente verte desnuda
frente a mí. Tu fachada
me vuelve loco pero se
que detrás de esa
preciosa envoltura hay
un pasado negro que yo
quiero convertir en
blanco... Estoy aquí
muerto de miedo al no
saber que hay ahí dentro
que tiene tan
machacada a la dueña
de todos mis sentidos.
Per favore nena...
Me derrumbo por completo, no puedo parar de llorar. El me consuela como puede, noto sus nervios al no saber que me pasa. Quiero contarle todo ahora. Pero no me salen las palabras.
Como puedo, le digo...
- Gerard, perdóname.
- No pasa nada.
Tranquila.
- Te lo voy a contar pero
antes deja que te
enseñe algo...
- Está bien.
Me dirijo al interior para buscar mi bolso, abro mi cartera y despliego la carta de mi hermana. ¡Perdóname Victoria! Pero hasta aquí llegué...
Me dirijo hacia fuera y al mirarlo noto su agobio e incluso el brillo de su mirada confirma su verdadera preocupación por mí.
- Gerard. Aquí tienes...
Le hago entrega de la carta y la incertidumbre de su cara es brutal.
- Valentina, no es
necesario.
- Si lo es Gerard.
Primero lee y después
hablamos. Así
entenderás mejor y
será todo más fácil
para mí.
- Si es eso lo que
prefieres. Así será...
" Querida y amada hermana. Siento muchísimo abandonarte así
pero quiero que sepas que vaya donde vaya siempre estaré contigo y para protegerte quiero que renuncies al amor. El amor no existe Valentina. No le entregues tu corazón a nadie. No te enamores nunca. No le des a ningún hombre la oportunidad de que te haga daño.
No quiero que estés triste, es una decisión que he tomado porque he querido. No tengo ilusión por nada, no tengo motivaciones, ni curiosidades, no se vivir sin Carlos. Me ha dejado Valentina.
Llevo un mes sin estar con él. No hay boda porque está con otra. Pensé que me amaba y ¡no! Todo lo que he hecho por él no ha servido de nada. Nunca me valoró. Nunca valoró mi infinito amor. Todo lo contrario, siempre tenía quejas de mí y yo como una tonta ilusa seguía forzandome por complacerlo y convertirme en la mujer perfecta para él. Falta sólo un mes para mi boda y no he tenido ni siquiera el valor de decírselo a mamá. Perdona por no contártelo antes pero créeme, no he podido hacerlo. Llevo muchos días maltratando mi mente hasta que la he destruido. Mi amor por Carlos ha ido apagando la luz de mi alma hasta dejarme a oscuras. No soy capaz de ver el mundo. Lo amo tanto que prefiero irme a otro sitio. Mi corazón no puede resistir verlo con otra. A veces pienso que fue mi culpa... otras que no es culpa de nadie, pero otras a pesar de lo mucho que lo amo pienso que no me quiso nunca, porque los hombres no tienen la capacidad de amar ¡ninguno!
No voy a plantearme en pensar como lo vais a pasar sin mí. Lo único que quiero que le trasmitas a mamá y papá es que el dolor que siento es tan grande, que necesito acabar con el para poder descansar. Estoy muy cansada y ésta es la mejor forma de hacerlo. Dile a mamá cuanto la adoro y dile que tiene que estar feliz porque yo lo voy a estar.
Siento dejaros así, lo he pensado muchísimo pero estoy dentro de un pozo y la agonía que siento es peor que morir.
No hay nada más triste que un cuerpo vacío y así me siento yo.
Robotizada cumplo con mi rutina diaria para que nadie note nada, pero la verdad es que cada día que amanece, me pregunto que por qué he despertado.
Quiero que sepas que eres la niña de mis ojos. Eres perfecta en todo.
Conviertete en una mujer independiente, aprende a vivir sola para que no necesites a nadie nunca. Sé fuerte. Valiente. Puedes conseguir todo lo que quieras en la vida porque eres muy inteligente, así que aprovecha esa cabeza para protegerte. Triunfa en la vida y consigue todos tus sueños... No dejes de luchar por lo que quieres y por favor te lo pido no seas débil. Prepara tu mente y tu físico para que sea un muro indestructible. No permitas que te manipulen, sigue con esa personalidad que tienes y no pierdas nunca la alegría y las ganas de vivir.
En cuanto a mí, donde esté, estaré mejor que aquí, así que quédate con el recuerdo de lo unidas que siempre hemos estado, de los momentos tan bonitos que hemos pasado juntas... Yo todo eso me lo llevo conmigo. Ahora mismo tengo un viaje en el tiempo y estoy recordando todo... Nuestros enfados, nuestras risas, nuestras travesuras, los cumpleaños, los días de reyes... Eres increíble Valentina, te quiero por ser la mejor hermana del mundo.
Y ahora dejare de escribir porque ha llegado mi momento, despide a mamá y papá. Ocupate de ayudarlos a superar esto. Recuerda todas mis palabras. Será difícil pero lo conseguiréis. Tenéis que tener el consuelo de que ha sido mi decisión y respetarla porque sois la mejor familia que puede haber en el mundo. Despideme de Jimena mi otra enana y apoyate en ella porque es una amiga que si la conservas te durará toda la vida.
Está es mi verdadera VICTORIA acabar con mi dolor.
Cuando me necesites quiero que mires al cielo y estaré en la estrella que más brilla para que nunca te sientas a oscuras...
Y recuerda siempre Valentina, nunca le muestres a un hombre tu debilidad porque la tomará como arma para destruirte. "
- Valentina yo... no se que
decir... ¡Perdóname nena!
Ahora entiendo muchas
cosas, muchas de tus
reacciones para conmigo.
El brillo de sus ojos y gesto de pena que refleja su rostro acompañado de su comprensión hace derrumbarme nuevamente. Me abraza mientras lloro y nos envuelve el silencio de aquella isla. ¡Victoria lo siento! Tenía que ser así... Gerard seca con sus manos mis lágrimas llenas de dolor.
- Ya está Valentina. No
llores. Yo no podía
imaginar algo así... De
verdad que lo siento
nena. ¿Cuánto tiempo ha
pasado?
Cojo fuerzas para hablar y ya que estoy voy a terminar con este asunto de una vez para que no me siga atormentando. Intentaré explicar todo hoy, para así evitar volver hablar de esto...
- Catorce años... hace
catorce años que mi
hermana se quitó la vida.
No imaginas el infierno
que he pasado. Las
pesadillas que esto me
ha causado. Y aún no lo
he superado Gerard.
Ese día yo...
estaba en clase y la
profesora me hizo salir
porque tenía una
llamada. Era Victoria mi
hermana. Me dijo que se
encontraba mal, que no
avisara a mamá y que
fuera a casa a estar con
ella. La noté tan mal que
me fuí en cuanto colgué.
Pero llegue tarde...
Cuando abrí la puerta de
casa estaba todo en
silencio, todo oscuro.
Empecé a llamarla
porque me estaba
asustando un poco y al
entrar en su habitación
me la encontré
acostada, boca arriba,
con la cara tapada, dejando
ver su mano derecha
apoyada en su pelo y la
izquierda fuera de la cama
delatando el suicidio un tubo
de pastillas y está carta.
Yo me puse como una
loca a gritarle Victoria,
Victoria... e incluso
le pegué para que
reaccionara. Cogí el
teléfono, llamé a mamá a
la clínica y a una
ambulancia. La abracé
llorando y aún estaba su
cuerpo caliente. Tenía
esperanzas de que se
pusiera bien con un
lavado de estómago o
algo. Pero no fue así. No
falló. Consiguió su
propósito al cien por cien
y nos dejó para siempre...
domingo, 12 de abril de 2015
Capítulo XII
Los remordimientos se apoderan de mi. Miro hacia atrás... No le veo. Ahora que me he tranquilizado debería disculparme. Estábamos tan bien... En cambio ahora. Cada uno por un lado, enfadados, ¿qué necesidad de pregunta? Dios mío. Por favor... ¡Ayúdame! Siento como se acerca Gerard. No quiero ni mirarlo... Se sienta justo a mi lado con las piernas semiflexionadas, apoyando los antebrazos en las rodillas y con la mirada al frente me dice...
- Valentina. Recoge tus
cosas. En cuanto
amanezca nos vamos.
¡Ay no Dios mío! No me quiero ir de aquí por nada del mundo... Acabamos de llegar y quiero continuar aquí con el. Rompo a llorar como una desesperada llevándome las manos a la cara. No puedo más ¡no puedo más! Noto como se levanta de mi lado...
- Deberías de buscar
ayuda profesional
Valentina.
Me dice eso y se va, yo no puedo parar de llorar. Este hombre ahora... Cree que estoy loca, ¡Normal! mis reacciones no son muy comunes... Por así decirlo. Pero si supiera la verdad quizás lo entendería todo... Me viene a la cabeza las palabras de mi hermana (Valentina nunca le muestres a un hombre tu debilidad porque la tomará como arma para destruirte) tu eres mi debilidad Victoria... Grabaste a fuego en mi cerebro todo lo malo de los hombres, sin excepción y eso ahora me impide darme una oportunidad... ¡Dios mío! No se que hacer... Estoy traicionando a Victoria, pero, Gerard me parte el alma... Sin pensarlo más me levanto del suelo, limpio mis lágrimas y me dirijo al interior. Desde la entrada observo como está haciendo su maleta. No voy a esperar más...
- Gerard.
- No Valentina. No
me digas nada.
¡Déjame per favore!
- Gerard. Por favor.
¡Escúchame!
- No pierdas tu
tiempo. Mañana nos
vamos. No hay
marcha atrás.
Esta imposible y hecho un tozudo. No se que hacer... Le quito la maleta y le doy la vuelta, dejando caer todo lo que había guardado, se pasa la mano por el pelo ¡uf! eso significa que está agobiado, ese mismo gesto lo hizo la otra vez... Una vez vacía suelto la maleta en la cama, me voy para el, cojo su cara por la barbilla y la giro para que me mire.
- Gerard. Por favor.
No quiero irme. Quiero
estar aquí contigo.
¡Perdóname por favor!
- ¿Por qué no me
dejas conocerte? ¿Por
qué Valentina?
- Me vas a conocer,
tranquilo. Cuando lo
hagas vas a entender,
pero aún no estoy
preparada... De verdad
que lo siento.
- Preparada, ¿para qué?
No entiendo nada. Lo
mejor será que nos
vayamos.
- ¡Mírame Gerard! No
creas que voy a
pedírtelo más veces.
Te he dicho que quiero
estar aquí contigo, te
he pedido disculpas y
te he dicho que voy
abrirme a tí. No tienes
ni idea lo difícil que es
eso para mi. Así que tú
veras si te quedas o te
vas, una cosa u otra me
dará una respuesta
sobre tí. Ahora haz lo
que creas que tienes
que hacer... Pero eso
sí, te vas tú sólo
porque yo me quedo
aquí.
Lo dejo ahí y voy en busca de mi bolso... Salgo al porche y me enciendo un pitillo ¡lo necesitaba!
- Valentina. ¿Tienes uno
para mí?
No puedo evitar que me salga una sonrisa porque el tono ya ha cambiado queriendo decir que hay esperanza de seguir disfrutando de esta maravillosa isla...
- Si, ahí está el tabaco.
Coge un cigarro y se sienta junto a mí, ¡estamos para una foto! de noche... Sentados como críos en el terminal del porche con los pies por fuera... Fumando, sin mirarnos y completamente callados. De repente nos miramos y empezamos a reírnos... Me abraza dándome un beso muy cortito pero lleno de ternura y yo dejo caer mi cabeza en su hombro.
- Nena. Discúlpame
por no entenderte.
Me levanto, voy a la mesa, cojo las dos copas y la botella que no acabamos.
- Toma Gerard. Vamos
a terminar la
conversación que
empezados y dejamos
a medias...
Me bebo la copa de un sorbo.
- No Valentina, no
quiero forzarte. De
verdad. Tomate tu
tiempo.
- Mira guapo, ahora
que me he lanzado...
- Tengo un plan mejor.
Me quita la copa de la mano... Me coge de la cintura, me besa y ahora sí es un beso de los que me vuelven loca, lleno de pasión...
- Este plan me está
gustando de momento...
- Y te seguirá gustando
nena.
Pega su frente a la mía riéndose y yo no puedo con esta escena porque me derrito. Y de nuevo aquí al aire libre haciendo testigo a la naturaleza de nuestra pasión vuele hacerme suya y yo dejo que haga conmigo lo que quiera...
...
Después de una bonita noche y sin saber a que hora conciliamos el sueño me despierta la luz que entra en la habitación, pero está vez no está Gerard. Inmediatamente me levanto y salgo fuera. Está saliendo del agua ¡ay por favor! no quiero ni mirarlo porque me pone cachonda... Al estar más bronceado y mojado todo se le marca más... Este hombre parece que ha salido de la serie Spartacus. Lo mejor será que me de una ducha para refrescarme antes de desayunar.
Dejando caer el agua por mi cabeza, disfruto de su sonido y con los ojos cerrados... Desconecto del mundo.
De pronto noto las manos de mi Gerard, una rodea mi cintura mientras la otra echa mi melena hacia un lado, dirigiendo su boca a mi oído... ¿qué hace aquí? ¡Está insaciable!
- Te estaba
buscando...
- Y yo te estaba
esperando...
...
Volvemos súper motivados de practicar snorkel por esos espectaculares arrecifes, ha sido una verdadera pasada. No me quiero ir de aquí sin repetir...
- Nena. Ahora a
descansar hoy has
acabado conmigo.
- ¡No Gerard! ¿No me
ibas a llevar a cenar a
la playa Angsana?
- Lo dejamos mejor
para mañana. Ahora
vamos a relajarnos,
aprovechar esas
hamacas, bebernos
unos cocos, tomar el
sol, disfrutar del paisaje
y lo más importante de
tú compañía...
Me echo a reír porque no creo que esté tan cansado como dice, más bien es que tendrá la flojera del calor. Pero la verdad que como lo está pintando todo se hace muy apetecible...
...
Después de una tarde de relajación, sobredosis de cocos, siesta y demás... Decidimos cenar en el buffet del hotel. Nos vestimos y abandonamos nuestra Villa por un ratito. Al llegar buscamos a Maylin y Treat. Una pareja súper graciosa de Massachusetts que conocimos hoy practicando snorkel.
- Hi Valentina, Gerard.
Nos encontraron ellos a nosotros.
Tras una noche de muchas risas, anécdotas y baile. Ahora si me encuentro con ganas de irme a mi paraíso privado... Me acerco a Gerard y lo cojo del brazo.
- Gerard ¿nos vamos?
- Si, claro.
Nos despidos de Maylin que charla sin parar con otra pareja y le decimos que despida a su marido de nuestra parte...
Paseamos tranquilamente hasta llegar... Me dirijo al baño para hacer un pis ¡no aguanto más!
Cuando salgo está sentado fuera y tiene dos copas preparadas con una botella dentro de la cubitera. Me mira y me guiña mientras sostiene el cigarro con la boca barajando unas cartas... Ahora, ¡parece un gánster!
- ¡Siéntate nena!
- Gerard, ¿qué
vamos a jugar a las
cartas?
- No. Voy a ponerlas
sobre la mesa y boca
arriba. Antes de
empezar quiero darte
las gracias por el
maravilloso día que
hemos pasado hoy.
Pero por otro lado me
tienes completamente
descolocado. Quiero
saber muchas cosas
de tí y quiero que
empieces ahora. Se
te acabó el tiempo...
- Gerard, creo que
has bebido más de la
cuenta.
- No, ahora si voy a
beber pero contigo
aquí... Porque se que
lo vas a necesitar. He
observado que
cuando te pones
nerviosa o te sientes
acorralada quieres
beber y fumar. Pues
aquí tienes tabaco y
alcohol así que ahora...
¡qué empiece la ronda!
viernes, 10 de abril de 2015
Capítulo XI
Llegó la aurora y con ella mi despertar... Mi piloto sigue dormido. Aprovecho para salir fuera y disfrutar del amanecer de este paraíso. Miro alrededor y observo a la nada... Una inmensidad de agua que se une con el cielo como si no existiese nada más. El contraste de vivir en una ciudad agotadora llena de edificios y tráfico con el de estar aquí, con esta paz absoluta, me hace pensar en cuanto me ha cambiado la vida de repente. ¿Quién me iba a decir a mi esto? Nadie, ni siquiera yo misma lo he llegado a imaginar. Me siento agradecida a la vida por este regalo. Ha merecido la pena esperar todo este tiempo para así, ahora, poder disfrutar de la compañía de mi hombre, ese que ha sido capaz de cambiar el eje de mi cerebro con sólo mirarle. Sin saber por qué corren lágrimas por mi cara... de repente siento las manos de Gerard detrás, rodeando mi cintura mientras hunde su cara en mi cuello... Me estremezco porque me siento protegida y también me hace ver que no tengo porque seguir caminando sola...
- Buongiorno.
- Buenos días Gerard.
Me gira y se da cuenta que han corrido lágrimas por mi cara... Frunce el ceño preguntándome.
- ¿Qué te pasa
Valentina? ¿No estás
bien aquí conmigo?
- Todo lo contrario.
Estas mojado. ¿Ya
te diste una ducha?
Me mira fijamente...
- No desvíes el
tema que eso se te da
muy bien. No me gusta
verte llorar...
- No he llorado, sólo ha
sido que he fijado
demasiado la mirada al
amanecer y se me
saltaron las lágrimas
solas. Simplemente eso.
- Valentina no se que
hay dentro de esa
cabecita tuya pero lo
que si quiero que sepas
que estoy aquí, contigo
y puedes tener
plenamente confianza
en mi para todo lo que
necesites.
Me guiña un ojo y me coge de la mano dirigiéndose al interior...
- Gracias Gerard. Pero
de verdad que no me
pasa nada.
- Confio en lo que me
dices, me enfadaría
mucho saber que estas
mal por algo de lo que
yo esté ajeno. Y ahora
vístete, te quiero
enseñar un sitio muy
chulo.
- Primero, necesito un
café.
Se ríe a carcajadas...
- ¿Te gusta frío?
- No, a mi todo
caliente.
Me coge tirándome en la cama... ¡Otra vez no! Empieza hacerme cosquillas...
- ¡Gerard! ¡Para!
- No me busques que
no quiero llegar tarde...
- Ok. Me doy una
ducha rápida y nos
vamos...
- Vale. No tardes.
Salgo de la ducha totalmente relajada, esto de ducharse al aire libre es una gozada.
Gerard no está, observo encima de la mesa mi café caliente... ¡Me lo como! me dirijo hacia fuera con este suave albornoz blanco y mi taza de café hirviendo en la mano para ver donde se ha metido mi piloto... Ahí esta poniendo unas cosas en la lancha ¡me vuelve loca! me gusta todo el, su irresistible físico me tiene hipnotizada pero me quedo corta si la comparamos con su personalidad... Asombrada por mis pensamientos empalagosos decido darme prisa y vestirme rápidamente.
...
Después de un agotador día de múltiples rutas y conocer varias islas, estoy loca por llegar para descansar un ratito. Este hombre no conoce el cansancio ¡qué barbaridad! No puedo con mi alma y el está nuevo.
- ¿Has practicado
alguna vez snorkel?
¿Qué dice este hombre ahora? ¡Me quiere matar!
- Gerard olvídate de
eso ahora... ¡No puedo
más!
- Que poco aguante
Valentina. No hemos
hecho nada.
- ¿Tú estas de coña
no?
Mientras atraca se ríe a carcajadas... No se a que le ve tanta gracia.
- Nena, ahora a
descansar. Yo también
estoy muerto.
Si, claro. Igualito que yo. Nada más entrar me lanzo en la cama y tal como caigo me quedo. Seguidamente el hace lo mismo quedando a mi lado. Me da un beso en la mano que me tiene cogida y yo cierro los ojos... De repente las carcajadas de Gerard me desvelan...
- ¿Qué te pasa?
- ¡Ay nena! tengo tu
cara tatuada en mi
cabeza... El momento
tuyo rodeada de
tortugas y tiburones no
lo olvidaré nunca.
No puedo evitar contagiarme porque la verdad es que estaba muerta de miedo.
- Ya te veía la cara de
estar aguantando la
risa... Menos mal que
hacíamos pie si no me
hubiese dado un
ataque.
- Nena perdona, pero
estabas acojonada.
¿Por qué no me dijiste
nada cuando te
pregunte? Te pregunte
por eso... Y te
especifique que había
tiburones y que les
daríamos de comer.
- Mira Gerard, cállate
mejor... Te dije que yo
era más de bañarme
con delfines. Lo
deberías de haber
captado. El delfín es
totalmente lo contrario
al tiburón. Deberías de
haberte dado cuenta.
Aún así la experiencia
ha sido alucinante.
...
Disfrutando de la maravillosa cena que nos ha preparado el fabuloso servicio. Destaco el tradicional plato de una especie de curry de pescado seco muy condimentado, la preparación de la mesa al aire libre en mitad de esta espectacular Villa rodeada de naturaleza pura me hace sentir oxigenada y tranquila. Y lo mejor de todo es estar aquí con mi piloto, los dos solos, con las miradas llenas de deseos e inquietudes por descubrir uno del otro, envueltos por intimidad que nos ciñe este lugar que proporciona la luz justa para contemplar el reflejo de la luna en el espacioso Océano Índico que nos rodea. ¡No se puede pedir más!
- Estas muy callada.
¿En qué piensas?
- En que no podías
haber elegido un sitio
mejor que este.
- Me alegra mucho que
te guste.
Me coge la mano besándola...
Y yo no quiero separarme de el nunca... Sólo de pensar que vive en la otra punta me pongo mala.
- Gerard. ¿Cuándo te
vas para Florida?
- Todavía queda para
eso... No quieres que
me vayas ¡eh!
- No, no es eso. Es por
simple curiosidad.
- Yo tampoco quiero
separarme de ti. Así
que ese tema lo
dejaremos para más
adelante. Ahora quiero
conocerte, saber cosas
de ti, no se...
¡Cuéntame!
¡Uf! No Dios mío. Quiero saltarme este momento...
- Tú primero.
- ¿Qué quieres saber?
- No se... Un poco de
todo. ¿Vienes mucho
por Barcelona? ¿Cómo
lleva tu madre estar
lejos de su familia?
¿Qué tal te llevas con
tus hermanos? ¿Te
gusta vivir sólo? Tus
aficiones, hobbies,
personalidad y...
¿Cuantas novias has
tenido?
- ¡Mamma mía! ¿Por
dónde empiezo?
- Por el principio.
Me sonríe y bebe un sorbo de vino...
- Pues, a ver... Venir a
Barcelona vengo poco
la verdad. Siempre que
pillo vacaciones, me
gusta esto... Irme a
conocer rincones
salvajes del mundo,
me gusta mucho
desconectar. También
paso siempre un mes
más o menos por mi
bella Italia. Le dedico
ese mes a mi familia en
especial a mi madre...
Ella lleva fatal verme
tan poco. Por otro lado
en su día, en mi niñez,
si iba mucho. Mamá
baja de Italia a
Barcelona todos los
meses aunque sea
para un par de días. Y
como has preguntado
que como lo lleva, te
respondo que muy
bien. Realmente ve
mucho a su familia
cuando ella no baja
ellos suben y viceversa.
Pero claro, lleva toda la
vida en Italia y ahora
que papá se jubila
quiere pasar el resto de
sus años en su tierra.
- Lógico.
- Mi madre lo dejo todo
por amor. Su historia es
muy bonita. Además
están muy unidos. No
pueden estar el uno sin
el otro.
- Eso se les nota. Lo
pude comprobar
personalmente. ¿Cómo
se conocieron?
¿Vacaciones?
Le pregunto con doble intención y el se ríe...
- No, mi padre es cirujano
plástico. Especializado
en cirugía facial. Mi
madre tuvo un accidente
de tráfico que le dejó la
cara desfigurada. Mis
abuelos la llevaron a Italia
para que la operara mi
padre porque habían oído
que era muy buen
cirujano plástico. Y ahí se
conocieron. Mi padre se
enamoró locamente de mi
madre nada más verla.
Supo ver más allá de su
físico. Mi madre estaba
llena de complejos por su
desfiguración y no quería
nada con el. Se sentía
inferior. Mi padre siempre
ha sido un hombre muy
atractivo y claro, ella... Lo
rechazaba por miedo.
Pero ¡ya ves! Mejor no la
pudo dejar.
- ¡Qué bonito!
- Valentina, ¿Estas
emocionada?
¿Y quién no? Intento disimular lo mejor que puedo.
- ¡Ay Gerard! De verdad...
Es que es muy bonito
todo. Continúa por favor.
- Dejando a un lado la
relación de mis padres,
pasamos a la de mis
hermanos que es bastante
buena. Mateo es lo
opuesto a mi pero no he
podido desear un
hermano mejor. En
cuantos a le mie ragazze
me tienen loco. Son mi
alegría... Las echo
muchísimo de menos. No se
que haría sin mis
hermanos. Creo que me
moriría. Por cierto...
¿Tienes hermanos
Valentina?
¡No! Eso ¡NO! No vale...
- No te mueres.
- Lo pasaría muy, muy mal.
Pero si he de reconocer que
nadie se muere por nadie.
¿No es así como se dice?
¡Deja ya este puto tema!
- Te vuelves a equivocar.
Hay quien muere.
- Joder no doy una. Te
noto molesta... ¿Qué te
ha pasado de repente?
- A mi nada, ¿Y a tí?
- ¿Qué pasa Valentina?
¿Tú puedes preguntar y
yo no? No se... Pero
creo que no he dicho
nada malo para ese
cambio tan brusco de
actitud.
- Mira Gerard, dejemos
el tema ¿ok?
- No.
Retiro la silla y me levanto de la mesa dirigiéndome al interior... ¡Mi especialidad últimamente suprimir el postre!
- ¿Dónde vas?
Viene detrás mía y yo estoy poseída por la ira... Ya no me controlo ¡Por favor! Que me deje.
- ¡Valentina!
- Déjame Gerard.
- No.
Se viene hacia mi y me da la vuelta colándome de frente, sin pensarlo lo empujo con ambas manos.
- He dicho que me
dejes ¡joder!
Me mira igual que aquella vez que me fui de su casa... Me dirijo a la orilla. Necesito aire puro. Miro atrás y no está ¡Gracias a Dios! Sin más me pongo a llorar como una desesperada... No puedo más ¡no se lo merece! Pero como siempre, no puedo evitarlo. ¡Hasta cuando! ¿Hasta cuando me va a dominar esta pesadilla?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)