Translate

domingo, 1 de marzo de 2015

Capítulo III

    ¡No me lo puedo creer!, he pasado la noche en el sofá, apago la tele que aún sigue encendida y me dirijo a la cocina a preparar mi desayuno. 
    Al mirar por la ventana me lleno de vitalidad ¡hace un día buenísimo! Y un sol espectacular, esto me motiva muchísimo a la hora de vestirme. Entro en el baño para ducharme, mientras pienso en que ponerme me pregunto si volveré a encontrarme con ese maravilloso italiano por ahí…
   Falda de tubo marfil y camisa de seda atada al cuello, stilettos de serpiente bicolor en tonos arena de Diego Dolcini y mi satchel de Dior, me arreglo el pelo de ondas secas despeinadas y maquillo en tonos naturales pero destacando con liner negro el verde de mis ojos, me perfumo y la calle.

                             …

   Me dirijo con paso firme a mi oficina, luciendo piernas y gafas de sol ¡que me gustan los días soleados! 

-
- Bon dia, Aitor.
-
- Bon dia, Valentina, permítame que le diga que está preciosa.
-
- Muchas gracias, encanto.

   ¿No podía haber conocido a ese irresistible italiano hoy?

-
- Bon dia, Jimena.

   Mientras habla por teléfono me mira con ojos sorprendidos, sonríe y rápidamente cuelga.

-
- ¡Qué divina! Bueno siempre lo estás, pero hoy la palabra es espectacular ¿ha sido el sol? ¿O la bella Italia?
-
- El sol, sabes que los días así me encantan.
-
- Pues hablando de Italia, tenemos un nuevo proyecto, yo me tengo que marchar, ocúpate tú, parece muy interesante si hablamos de ceros... Se llama Ignazio Adriani y aquí tienes el teléfono, lo siento es italiano pero como ves no se llama Gerard… 
A mi vuelta recuérdame que te enseñe la nueva propuesta que tenemos en Tarragona.
-
- A sus ordenes.
-
- Así me gusta.

                              …


-
- ¡Carlota! Un café cuando puedas, por favor.
-
- Ahora mismo, Valentina.

   Mientras Carlota me trae el café procedo a llamar al Sr. Adriani.

-
- Ignazio parla buongiorno.
-
- Buenos días Sr. Adriani, soy Valentina, la arquitecta, ha estado hablando usted con mi socia Jimena, me comenta que está interesado en construir aquí en Barcelona.
-
- ¡Que alegría!, Valentina, estaba esperando su llamada. Mañana  tengo que marchar a Italia y por ese motivo tanta urgencia. Sólo tengo el día de hoy para vernos.
-
- Cuando usted me diga y dónde mejor le venga.
-
- Muy amable Valentina, si le parece bien, quedamos directamente en el solar.
-
- ¡Perfecto! Dígame dónde queda.
-
- Zona Pedralbes Calle Valero junto a Farmacia García ¿sabe bien dónde le indico? ¿Necesita alguna otra referencia?
-
- No se preocupe, gracias. Se perfectamente dónde queda el sitio. En una hora estaré allí ¿le parece bien?
-
- Estupendo, grazie Valentina.

   ¡Uf! Me tengo que dar prisa.

-
- Gracias Carlota, estaba estupendo el café.
-
- De nada Valentina, ¿necesita alguna otra cosa?
-
- Que revises mi agenda electrónica y si tengo alguna cita pásala para mañana. Cuando llegue Jimena que me llame.
-
- Perfecto, que tenga un buen día.
-
- Igualmente Carlota, ¡ah! se me olvidaba ¿tienes las llaves del coche o se las llevó Jimena?
-
- No, están aquí.
-
- Ok, gracias, dile también que me lo he llevado yo.
- ¡Hecho!

    Menos mal que me he ahorrado tener que ir a casa a por mi coche.
   Al salir del garaje, disfruto del maravilloso sol y me dirijo a conocer este nuevo cliente italiano, justo ese acento clavado a Gerard para que me siga acordando de él, aunque realmente no he dejado de visualizarlo en mi mente desde el momento en que me dí la vuelta y le ví, esa cara varonil... me pongo nerviosa solo de pensar en él, sin darme cuenta suspiro y me río sola. No se porque noto unos altos y bajos emocionales desconocidos en mí, sobre todo una sensación diferente a todas las que he tenido. Quizás me esté haciendo una película, pero voy a disfrutar mientras me dura, ya que estoy súper positiva.
   Cojo el desvío de la derecha y ya casi estoy llegando.
   A lo lejos puedo observar el solar que me indicó el Sr. Adriani y si no me equivoco debe de ser ese señor canoso elegantemente vestido que esta junto a Rolls Royce Panthom en color negro, ¡vaya cochazo!
   Me dirijo hacia allí, estaciono, me bajo y él se acerca.

-
- ¿Valentina?
-
- ¿Sr. Adrani?
-
- Ecantado, bonito nombre, llámeme Ignazio por favore.
-
- Igualmente, gracias.

    Otra vez Gerard en mi cabeza, entre que es italiano y que me acaba de decir al pronunciar mi nombre lo mismo que él...

-
- Disculpe la impaciencia por mi parte, como le comenté telefónicamente tengo que marcharme mañana, vivo en Italia y he venido expresamente a poner en vuestras manos el proyecto que tengo en mente, con total confianza, ya que habéis sido muy bien recomendadas. Además de eso he tenido el placer de ver las maravillas que habéis construido.
-
- Muchas gracias por su confianza, para nosotras supone un halago además de una responsabilidad a grandes escalas. ¿Qué idea tiene?
-
- Ninguna.

   No doy crédito a lo que acabo de oír.

-
- ¿Cómo dice Ignazio?
-
- Lo que oye, solo tengo en mente una casa espectacular. Mi esposa es española, concretamente de aquí de Barcelona. Hacemos para el mes que viene años de casados y me gustaría darle esta sorpresa.

   ¡Qué bonito por favor!

-
- Disculpe, dijo ¿el mes que viene?
-
- Concretamente solo quedan tres semanas, para hacer la fiesta sorpresa.

   ¡Madre mía!

-
- Es muy complicado lo que quiere. Tenemos en contra el poco margen de tiempo del que me habla. Además necesitaríamos vernos antes, hablar de presupuesto, que usted apruebe el proyecto ¡lógicamente! Todo esto sin contar con la cantidad de permisos y licencias que necesitaríamos. En definitiva hace falta tiempo para lo que quiere, el mismo que no tiene.
-
- ¿Dónde hay que firmar?

   ¡Pero bueno!, yo alucino.

-
- Como anteriormente le he dicho Valentina, confío plenamente en vosotras. En este momento apruebo el proyecto y el presupuesto. Si yo fuese arquitecto como usted, me encantaría que llegara un cliente que confiara en mi criterio profesional tanto, como para tener carta libre y construir a mi gusto.
-
- Ignazio, tengo que confesarle que me acaba de dejar usted atónita, de todas formas como bien sabe, somos dos, Jimena y yo, por lo que la decisión no es solo mía, hablaré con Jimena y le daremos la contestación sin falta esta misma tarde.
-
- Ya hablé con Jimena, por eso mismo está usted aquí, con el debido respeto, me comentó que usted era la más exigente de las dos y que sería difícil convencerla. Pero confío en que me diga que sí. Su socia aceptó sin problemas y no creo que lo hiciese sin que hubiese posibilidades reales de conseguirlo.

   ¡La mato!

-
- Entonces, no hay más que hablar. Por mi parte no hay problema.
-
- ¡Grazie!
-
- Le mantendremos informado de todo.
-
- Ha sido un verdadero placer, Valentina.
-
- Lo mismo digo Igzacio. Esta misma tarde empezaremos.

    Nos despedimos mientras me acompaña al coche y de lo único que tengo ganas en este momento es de matar a Jimena. Ya no está loca, directamente está como una cabra. Y encima me echa el muerto a mi.

                           …

    Llego a la oficina y me alegro muchísimo de que Carlota se haya incorporado de sus vacaciones, así me controlaré mas.

-
- ¡Carlota! ¿Ha llegado Jimena?
-
- Sí, está en su despacho.
-
- ¡Jimena!

   La miro súper enfadada y ella tan sonriente como siempre.

-
- ¿Qué te pasa? ¿Qué tal todo con el Sr. Adriani?
-
- ¿Tú estás loca? 
-
- Tranquila, Valentina… Dará tiempo, como siempre y además de eso, esto nos dará aún mas renombre y caché. ¿No te das cuenta? Tú, como solo ves lo negativo…
-
- No empieces atacarme por ahí, las cosas no son así, es la última vez que das un ok sin mi permiso.
-
- Yo he dado el ok, como tú dices, por la parte que me corresponde, mí cincuenta porciento como se acordó desde el principio, no lo he aceptado yo sola, te dejé el otro cincuenta porciento de la decisión a tí. Tal y como te pertenece, así que no tienes nada que reprocharme.  
-
- ¡Claro! dejándome en evidencia y poniéndome en compromiso.
-
- ¡Ya vale! No soy una inconsciente, nunca me cojo los dedos y lo sabes… Además ya he movido mis hilos, esta tarde empieza la obra. ¿Ahora cómo te quedas?   
- Igual de enfadada, Jimena no son así las cosas...
Que sea la última vez, si no, tendremos problemas y no es un farol.
- Vale, de verdad que no volverá a pasar. ¡Te lo prometo! 
 Y como he adelantado el trabajo ya que sabía que le dirías que sí al Sr. Adriani. Tú y yo nos vamos de Shopping que mañana tenemos salida de chicas.

   Al final siempre se sale con la suya.

-
- Venga ¡va!
-
- Cambia esa cara Valentina por favor, me haces sentir mal, ha sido una putada, lo sé, me pongo en tú lugar y también me hubiese enfadado. Pero sabes que soy muy ambiciosa, de esta forma imaginar nuestro nombre también en Italia es algo que realmente nos beneficiará. Es uno de los mejores cirujanos plásticos de Europa y lo único que pensé es, si queda satisfecho... ¡Vendrán más!
-
- Ya lo se, pero no puedes ser tan impulsiva. Y aceptar un proyecto sin mí consentimiento nos hace quedar mal como empresa. Tenemos que ir en el mismo barco no independiente y menos aún decirle a un cliente que soy la más exigente y tal... Eso está muy feo Jimena.
-
- Esta bien, pero… ¡ya está! He dicho que no volveré a ponerte en un aprieto así. Y ahora que el tema está zanjado, podíamos llamar a Sofi para que se venga con nosotras de compras ¿no crees?
- Me comento que venía su hermana... No se sí estará con ella. Llámala a ver que dice...

   Estoy echando un vistazo al proyecto de Tarragona y oigo los pasos acelerados de Jimena...

              - ¡Valentina! ¿A qué no sabes 
              quién ha venido? Está con 
              Sofi...
              - Su hermana, ¿no?
              - ¡No!, bueno también, pero 
              ¿quién más?... ¡Piensa! 
              - ¿NO? ¿Adriana? 
              - ¡Sí!
              - ¡Que alegría! ¡Qué bien! 
              - ¡Ay sí!, ahora cuando la veas 
              hazte la sorprendida...

                            ...

   Tras una larga tarde de compras con las chicas, llego a casa agotada… 
aunque muy contenta con mis nuevas adquisiciones, sobre todo con llegada inesperada de Adriana y la buena compañía de Sofi y Jimena. Ellas saben bien compaginar el cansancio y la diversión, de manera que por agotada que esté, volvería a repetir una y otra vez.
    Me quito los tacones, directamente me lanzo al sofá, enciendo la tele y no hay nada… ¡tengo hambre! Me dirijo a la cocina y me preparo un sándwich con zumo de naranja natural y de repente sentada en la barra de la cocina, con la casa completamente en silencio, contemplo mis zapatos y las bolsas de las compras de esta tarde. Sin saber por qué, me siento por primera vez sola, tengo 28 años, soy muy joven todavía. Los años están pasando muy rápidos y realmente creo que no me gustaría seguir así el resto de mi vida.
    De lo contrario Jimena, Adriana y Sofi, estarán como locas probándose, enseñando sus compras a sus respectivas parejas,...
    De repente me viene la imagen de Gerard y pienso… ¿me debería dar una oportunidad? La cabeza me da vueltas ¿por qué no puedo quitarme a ese maldito italiano de la cabeza? ¡Dios mío! 
                           
                            …

    Me despierto trastornada y cuando entro en el baño escucho un ruido, salgo asustada y veo a Mercedes.

-
- Mercedes ¿Qué haces aquí tan temprano?
-
- Bon dia, Valentina. Acabo de llegar, creo que se quedó dormida.
- ¿Cómo? ¿Qué hora es?
-
- Son las nueve y cuarto.
-
- ¡Qué fuerte! Mercedes prepárame un café ¡por favor!

    Rápidamente me ducho, me visto y me maquillo ¿cómo he podido quedarme dormida? Ni siquiera he oído el despertador…

- Aquí tiene Valentina.
- Gracias Mercedes.

   Llamo a la oficina y me contesta Carlota.

-
- Bon dia, Carlota. Pásame con Jimena por favor.
-
- Ahora mismo, un segundo.
-
- ¿Bella durmiente?
-
- No se que me ha pasado, pero me he quedado profundamente dormida, ya estoy lista, en diez minutos estoy allí.
-
- Tranquila vamos bien. ¿Vienes en tu coche?
-
- Sí.
-
- Perfecto pues ni aparques, avísame cuando estés abajo. Nos vamos directamente para la obra del Sr. Adriani.
-
- Jimena, antes pasaremos por la confirmación de materiales...
- ¡No! Llamamos por teléfono mejor y nos vamos directamente.
No podemos perder tiempo vamos contra reloj.
- Ok, llama tu que estás en la oficina mientras llego. Acuérdate de duplicar el cemento pulido, el vidrio y los alambres de acero.
- Entonces... Dos plantas al final, ¿no?
- Eso es... Para eso lo dejó a nuestra elección. Coge también los planos por favor.
- Ok, te dejo ya Valentina porque si no, vas a llegar antes de que pueda hacer la llamada.
- Finsara.


                           …

    Miro el reloj y son ya las nueve menos diez no hemos parado en todo el día. Salgo de mi despacho y me dirijo al de Jimena para decirle lo tarde que es, seguro que tampoco se ha dado cuenta.

-
- Jimena ¿has visto que hora es?
-
- ¡No! estoy muerta, no he mirado ni el reloj. Acabo de terminar de hablar con Paco, dice que por fin han conseguido nivelar el terrero.
-
- La culpa de la paliza que nos estamos dando la tienes sólo tú, así que mejor no hables ¡ambiciosa!
-
- Es verdad tienes razón, pero tú estas teniendo la culpa de las complicaciones de última hora. Que te podías inclinar por otra tendencia que no fuese minimalista. 
- El minimalismo es la más perfecta estética, extremada del racionalismo con un estilo característico e inconfundible. No hay duda, es el arte convertido en elegancia por lo que descartaba cualquier otra tendencia o estilo para un caballero como el Sr. Adriani. Y si ¡no! No te hubieses comprometido, que fuistes muy rápida. Así que el resultado tiene que ser impecable. Lo quiero dejar sin palabras y esa será la mejor recompensa a nuestro esfuerzo. 
Y ahora ¡Vámonos! que son las nueve. 
-
-
- ¿Qué dices?, qué tarde, ¡vamos, vamos! Pero corriendo.

    Recogemos y salimos pitando de allí, hemos quedado con Sofi y Adriana a las diez.

                             …

    Después del día tan duro de trabajo que he tenido, me ha sentado la cena de maravilla y sobre todo las risas que hemos echado. Pedimos la cuenta pasamos a retocarnos y nos vamos.

-
- ¿Vosotras diréis?
-
- ¡Sofí! A Sutton está clarísimo, hoy es nuestra noche y vamos arrasar incluida Valentina.
-
- Jimena yo siempre arraso.
-
- Sí pero a ver si hoy te arrasan.
-
- ¡Callaos ya! por favor, no puedo conducir así ¿es qué no paráis?
-
- No paramos ¡no! pero en el fondo no podemos vivir la una sin la otra ¿verdad Velentina?
-
- ¡No se yo Jimena! y ¿a tí que te pasa Sofi? ¡Nos estás gritando!
- Es verdad, estoy muy alterada Valentina pero es que me ponéis de los nervios y ¡mira! que eso es difícil. 
- Como sigáis así yo me voy para Londres en el primer vuelo, como que me llamo Adriana.

   Nos reímos las cuatro a carcajadas, aunque la verdad no hemos parado desde que Sofi y Adriana pasaron a recogernos… Por fin llegamos ¡que cola! Menos mal que nosotras entramos sin esperar.

-
- Qué de tiempo bellezones ¡Claudio! Están aquí tus Destiny’s.
-
- ¡Mátame! Mis divas… venga nenas, venir conmigo.

   Inmediatamente nos saluda y nosotras súper orgullosas nos dirigimos junto a él hacia el interior. Menos mal que está Claudio, nuestro gay favorito de toda Cataluña y súper fan nuestro ¡ya me estoy emocionando! La noche promete…

           -    ¡Que divinas!

Como siempre añade.
    La verdad que estamos ideales, Jimena con su melena de ondas secas peinada hacia un lado y muy bien maquillado los ojos en tonos negros que hacen más profunda su mirada oscura. Lleva un vestido negro adornado de pedrería en los hombros e impresionante escote en la espalda y unos espectaculares zapatos de miu miu que acompaña a su clutch de strass. Sofi con el pelo recogido y maquillaje pin-up, lleva un vestido rojo ceñido de enorme escote V, acompañado por una maxi cartera de print y stilettos de Diego Dolcini. Adriana también espectacular con ese corte de pelo a lo kim Kardashian que le sienta fantásticamente bien, perfecta maquillada resaltando la boca en color fresa. Lleva unos pitillos de cuero negro con una blusa oversize en tonos dorados y botines de un nuevo talento Londinense. Y yo, con un vestido maravilloso de strass y cristales en tonos arena, clutch dorado de clarks, para mis pies unos espectaculares zapatos de serpiente combinado con becerro de Daniele Motta. Peinada con mi raya en medio y el pelo liso. Discretamente maquillada pero resaltando el verde de mi mirada con sombra muy oscura.

-
- ¡Mirad quienes han venido a vernos!

    Sonreímos, es nuestro momento de sentirnos divas y andar como ellas, nos miramos entre nosotras y más nos reímos, este Claudio es que es lo puto mas…

-
- ¡Chicas! Estáis perdidas…
-
- De no ser así, no tendríamos estos recibimientos. Y eso es algo que nos encanta...

   Y a mi me encantan las respuestas de Jimena.

-
- ¡Champán azul por favor!

   Dice nuestro Claudio mientras nos ubica en la mejor zona de todo Sutton.

- Bueno bellezones lo que necesitéis como siempre, me enviáis un SOS, ahora voy hacer mi trabajo, después mas tarde paso a veros.

    Nos reímos porque se despide con uno de sus peculiares bailes que siempre nos dedica y nos llena de vitalidad.  

                            …

    Ya llevamos dos botellas ¡que mareo! Pero que manera de reírnos recordando la época de la universidad y como ¡no! Jimena empieza a recordarme que sigo siendo virgen… ¿Por qué esto ahora?

- ¡Jimena!, no empecemos…

   Y lo que no me esperaba era a Sofi.

-
- Cari te vas a quedar seca, riega ya tu jardín con una buena manguera.

    Se parten de risa y yo me empiezo a enfadar… aunque realmente me hace gracia, tengo que reconocer que a pesar de todo tienen razón.

-
- Vamos a ver Valentina, tampoco queremos que te conviertas en nuestra querida Samanta de sexo en Nueva York, pero por lo menos algo…

    Nos echamos a reír nuevamente porque Jimena y sus comparaciones extremistas lo exigen. Cuando de repente se pone seria y mira al frente fijamente…

-
- ¡Jimena! ¿te pasa algo?
-
- ¡Valentina! Mira quien está ahí…

   No quiero ni volverme a mirar, su cara de malefica me asusta y su exagerada sonrisa me hace temer lo peor.

- ¡Por favor! Nunca pensé en tener tanta suerte…

   Suspira y seguidamente se termina la copa de un tirón.


-
- ¿Qué? ¿Quién? Jimena habla ¡ya!

    Ya no puedo aguantar mas la intriga, me vuelvo y veo a ese hombre… Gerard ¡qué guapo! Me muero de vergüenza ahora mismo como si fuese una quinceañera, porque estas tres la van a liar, solo de pensarlo ya me hago pis.

-
- Jimena ¡por favor!

   Le digo seriamente.

-
- De por favor nada, ahora mismo vamos a invitarlos a una copa.
-
- ¡Hola! Soy Sofi, estoy aquí ¿me estoy perdiendo algo? ¿Quiénes son? ¿De dónde han salido esos guapos? ¿Los conocéis? ¿Desde cuando? ¿Por qué no me lo habéis contado?
-
- Sofi ¡calla! Pareces una periodista en vez de una it girls.
- ¡Pero bueno! Jimena ¿esto qué es? Que Sofí y yo somos unas discriminadas. Ahora mismo quiero que nos pongáis al día de todo...

   Jimena les cuenta brevemente y a su manera lo que pasó en el slow, seguidamente saca su iphone y envía un whatsApp a Claudio.

-
- Jimena, ¿qué haces?
-
- Enviarle a Claudio un SOS.

    ¡Ay Dios! qué guapísimo está con esa camisa celeste de rayas blancas, ese cuello desabrochado y esas mangas subidas… que dejan al descubierto su fuerte y marcado antebrazo. Se ríe continuamente y yo no puedo dejar de mirarle.

-
- ¡Valentina!
-
- ¿Qué?
-
- ¡Estás embobada!

    ¡Buena cosa! lo que me faltaba es que se dieran cuenta de que me fascina ese hombre y ¡qué hombre!… no se lo que me pasa con él, pero es que me encanta, me vuelve loca todo lo que lo envuelve, su mirada, su sonrisa, su piel morena perfecta, … no puedo evitar suspirar.

-
- He venido en cuanto he podido ¿Qué os pasa?
-
- Claudio, ¿ves a esos titanes de ahí?
-
- ¡Jimena No!, No los voy a ver… ¡por favor! ¿No os habéis dado cuenta que me he cambiado de camisa?

   ¡Este claudio es la leche!, nos reímos todas...

-
- Queremos invitarles a una copa de lo mismo que estén tomando. 
- ¡Mátame! Es que sois lo más.
-
- ¡Sofi! De tí si que no me lo esperaba.
-
- Valentina, son golosinas y nosotras ahora mismo niñas de dos años.

    No se que voy hacer… será el alcohol, pero Sofi y Adriana están poseídas por Jimena. Nos reímos todas y la verdad es ¿por qué no? Siempre son ellos los que invitan. En este caso nosotras los invitaremos a ellos, me gusta la idea…

-
- Me parece perfecto.
-
- ¡Valentina!

   Exclaman las tres a la vez con cara de circunstancia divertida.

-
- Perfecto, me encantáis… las mujeres al poder. Ahora mismo les preparo una ronda de lo mismo y les digo que es cortesía vuestra.
-
- ¡Ay si Claudio! Valentina, Sofí, Adriana ¿estáis preparadas?

    Jimena está como una moto, seguro que le ha gustado alguno. Sofi emocionadísima, esto me desconcierta aunque mirando al detalle la reunión no tiene desperdicio y Adriana que es la más tranquila tiene cara de salir corriendo.
   Claudio se dirige a ellos con las copas y señala dónde estamos ¡me están temblando las piernas!

-
- Vienen hacia aquí.

   Nos reímos las cuatro, esto me recuerda al instituto y más me río yo sola.

-
- ¡Sofi! La idea ha sido tuya, así que rompe tú el hielo.
-
- ¡Valentina! ¿Estás nerviosa? Ni me lo puedo creer…
-
- ¿Yo? Para nada.

   Se miran y empiezan a reírse mas. Entonces decido no engañarme a mi misma y me reconozco que sí, estoy muy nerviosa. 

-
- Muy buenas, ya que estamos de suerte y hemos tenido el placer de que cuatro preciosidades nos inviten a una copa, no nos ha quedado mas remedio que acercarnos para daros las gracias personalmente.

   ¿Y este quién es? El portavoz del grupo…
¡Ains! me está mirando voy a desmayarme ahora mismo. Se presentan los cinco y toman asiento junto a nosotras. Jimena y Sofi disfrutando como niñas el día de reyes, Adriana mantiene la calma y yo…

-
- ¡Valentina! Que coincidencia volver a vernos.
-
- ¿Coincidencia?
- Prefiere ¿destino? 
    
   Me muero ahora mismo, no aguanto sus ojos oscuros penetrando en los míos y con ese brillo que solo he visto en él. Prefiero que estés aquí conmigo y que sigas mirándome así el resto de noche...

-
- Prefiero que esté menos atrevido.
- Y yo espero que esté más amable. 

   ¡Eso no lo dudes! Me mira y me sonríe, yo lo correspondo inevitablemente.

-
- Empecemos de cero, pues… Ya que no tuvimos un buen comienzo. Sólo tuve la oportunidad de decirle ¡bonito nombre! Ahora le digo que además me encanta, Valentina.

   Y a mi me encanta como suena tu voz, como sale de tu boca, ¡qué boca!

-
- Muchas gracias, Gerard, la verdad, tengo que reconocer que estuve un poco borde. No era por así decirlo el día ideal.
-
- Ya me di cuenta... No tiene pinta de ser la típica mujer que va en planos por la vida.

   ¿Qué habrá querido decir? Estoy bloqueada, otra vez ¡no!

-
- Acertada observación Gerard, me acaba de dejar con la boca abierta.
-
- Ciérrela, por favor.

   ¿Cómo? ¿Qué? Será… ¡Ya empezamos! Hago oídos sordos porque su expresión de sinvergüenza es de estar pensando alguna cochinada y no quiero ponerme borde nuevamente. Quiero estar con el ¡sí! eso es lo que quiero, que este momento no pase nunca. Me encanta él, su acento, como me mira, como se le señala el músculo de su antebrazo al sujetar la copa, me tiene mala… ¡ay! espero que no se me note, voy a cambiar de tema ahora mismo.

-
- Estás aquí ¿por trabajo?

   Me estoy bebiendo las copas seguidas como si fuese agua ¡dios mío! va a pensar que soy una borracha.

-
- No, estoy de vacaciones. He venido a estar con Mateo, mi hermano. Aquel de allí… 

   Y lo señala con el dedo.

-
- ¿Mateo es tu hermano? No os parecéis en nada.

   Nos reímos y yo siento por un momento que estoy bastante mareada, voy a parar de beber ya.

-
- La verdad es que no. Que le parece Valentina si empezamos a tutearnos...
-
- Por mi perfecto. ¿Cuándo te vas?

   Paso directamente de tu hermano porque lo que quiero saber es cuando te vas. 
   No quiero que te vayas nunca…

-
- ¡Uf! Todavía me queda tiempo aquí, llevo sólo mes y medio más o menos.
-
- ¿Qué tienes más vacaciones que nadie?
-
- Seis meses.
-
- ¿Militar?
-
- Piloto de avión de caza exactamente.

   Estaba muerta y este hombre ha venido a resucitarme. ¡Piloto! De avión de caza nada mas y nada menos ¡ese cuerpo no podía ser de otra cosa!

-
- ¿Sorprendida?
-
- ¡No!, es una profesión muy usual, estoy muy acostumbrada a tratar con pilotos de caza, es muy común aquí en Barcelona.

   Me clava su intensa mirada negra como la noche, se acerca a mi oído y yo estoy a punto de hacerme pis encima ya no aguanto mas ¡estos nervios no me ayudan nada!

-
- Le gusta mucho la ironía, ¿verdad? Pero no puedes negar que ahora mismo se te han empapado las bragas y ¡yo! sí estoy acostumbrado a eso.
-
- ¡Ah sí! ¿Adivino?

   Este hombre me está poniendo cachonda aquí en medio, miro dónde están las chicas. Veo que se lo pasan en grande y Jimena ¡encima de Pedro! ¿y si aparece Diego? Aunque está nuestro Claudio que la avisaría… ¡Valentina! deja de pensar tonterías y céntrate en esta fiera que al parecer soy su presa y yo sin ninguna gana de poner resistencia ¿será el alcohol? ¡no! es él… que me provoca, sacando esas ganas locas por primera vez de estar con un hombre.

-
- ¡Se sorprendería! pero tranquila estamos los dos iguales… ¡a ver hasta dónde llegamos!
-
- Hasta dónde quiera llevarme.
-
- ¿Yo?
-
- Eres el piloto, ¿no?

   Se queda nuevamente mirándome fijamente, ¡esa mirada va acabar conmigo! noto como se apoderan los nervios de mi estómago.

-
- ¡Valentina! Me encantas…
-
- ¡Ya lo sé! Yo también estoy acostumbrada a eso… si me disculpas.

   Me levanto cojo mi clutch e inmediatamente me coge de la mano.

-
- ¿Dónde vas?
-
- Ha cambiarme de bragas.

   Sonríe mientras me besa la mano que me tiene cogida y estoy intentando controlarme, pero no puedo. Le dedico una sonrisa.
¡Le agradezco tanto a mi madre en este momento, que en su día me pusiera aparato!

-
- Te espero impaciente.

   Me muero ¡ya! Aquí mismo en sus fuertes brazos. Estoy fatal por culpa de mis hormonas, cada una por un lado, sin respetar las señales…

-
- ¡Valentina!
-
- Dime Sofi.
-
- Espera te acompaño.

   Noto como no para de mirarme, esto me incomoda muchísimo. Me siento súper observada, pero me encanta.

-
- ¡Vamos!
-
- Ahora volvemos.

   Jimena a su bola, está brindando con ese tal Pedro y lo mira como una loba. Le gusta y mucho. ¡Pedro corres peligro!
Y Adriana hablando tranquilamente con el hermano de mi Piloto.

-
- ¡Sofi! Jimena está fatal ¿no?
-
- ¡No! Tú eres la que está fatal. Olvídate de ella ahora. Es mayorcita y sabe muy bien lo que hace. ¿Quién es ese tal Gerard? ¡Ay por favor! No se puede ser mas guapo… cuéntamelo todo ahora mismo y no me niegues que te gusta porque se te nota y mucho además.

   Soy una amapola ahora mismo. No estoy acostumbrada a ruborizarme. Le hago una breve explicación y Sofi asienta todo el tiempo con la cabeza, concentrando todos sus sentidos en lo que le cuento.

-
- ¡Valentina! ha llegado tu hora, follatelo, hazlo por mí. No me hubiese importado haber esperado 28 años, si mi primera vez hubiese sido con alguien así, ¡por favor! Valentina…
-
- Te estás pareciendo a Jimena ¿Qué te ocurre?
-
- Qué me va ocurrir, que si no te vas con Gerard es que eres lesbiana. ¡Por dios! ¿Has visto ese hombre? Me encanta para ti Valentina.

   Nos reímos a carcajadas, entramos en el baño, nos retocamos en el espejo y al mirarme la verdad que se me nota que he tomado algunas copas de más. Miro la hora y es súper tarde.

-
- Son las cinco menos cuarto ¡ya!
-
- ¡Sí! Es súper tarde, yo me voy con Adriana. Se queda en casa está noche. Álvaro y Hugo supongo que ya habrán llegado.
-
- Nos vamos todas.
-
- Tú ¡no! Intentare que se venga Jimena con nosotras, aunque ya sabes como es...
-
- No de verdad, me voy también es muy tarde ¡ya! Pero tranquila que voy a volver a quedar con él, te lo prometo. A ti no puedo engañarte ¡me encanta!

   Nos reímos y Sofi me abraza.

                           …

   Ahí está otra vez, descarado como él sólo, sin quitarme la mirada de encima y yo atacada de los nervios para variar… Estoy impresionada conmigo misma, jamás pensé que esto me podía pasar a mí. Sofi se dirige a Jimena y Adriana para decirles que nos vamos y yo me despido sin ninguna gana de mi piloto de caza.

-
- Gerard, ya nos vamos.
-
- No creo que eso sea verdad, ¿no?
-
- Siento decirte que sí, ya es tarde. Además hemos venido juntas y así nos vamos. Es una tradición nuestra.
-
- ¡Valentina! Vete con Sofi y Adriana yo me quedo.

   ¿Qué dice esta loca? Siempre la tiene que liar y encima acabo de quedar fatal.

-
- La tradición es solo tuya por lo que veo…

   Lógico que piense mal yo haría lo mismo ¡que vergüenza!

-
- ¡Disculpad! Valentina yo me voy con Adriana, quédate tú así no dejas a Jimena, ¿entendido?
-
- ¡Sí!
-
- Adeu, encantada Gerard.
-
- Adriana, Sofia... Igualmente, un placer.

   En cuanto Sofi y Adriana se van, Gerard me coge de la cintura dándome un rápido giro. Sin darme cuenta estamos cara a cara peligrosamente cerca y sin quitar su intensa mirada de mis desafiantes ojos, me dice en un suave susurro.  

-
- ¿Te querías escapar?
-
- ¡No! 
-
- ¡Valentina, Valentina!

   De repente Jimena... ¡me está dando el final de la noche!

-
- Me voy con Pedro, me lleva a casa ¡vale!

   Jimena que haga lo que quiera, hoy la doy por imposible desde el primer minuto. 

-
- Está bien, ¡cuidado!

   Le lanzo mis rayos X a los que ella está tan acostumbrada a captar a la primera, me sonríe mientras me guiña un ojo y me tira un beso ¡que de cosas! Y ahora, me doy cuenta que me he quedado completamente sola con este hombre que sabe activar mis hormonas como nadie.

-
- Tus amigas las tradicionales saben muy bien buscarse la vida y al final te han dejado sola.
-
- ¿Sóla? Tú que eres ¿producto de mi imaginación?
-
- Siempre tienes respuesta para todo y eso es algo a lo que no estoy acostumbrado.
-
- Pues ve acostumbrándote  porque hay un buen trayecto de aquí a mi casa. No te importará llevarme ¿verdad?
-
- ¡Cómo negarme!, Pero… Me tienes que prometer que me prepararás algo calentito.

   ¡Calentito! Lo que necesitaría yo sería un helado, para enfriarme por dentro. Estoy que ardo.

-
- Eso está hecho.

   Nos dirigimos hacia fuera. Me despido de Claudio que me mira continuamente. Mientras Gerard saca las llaves de su maravilloso coche que para mi sorpresa es un Mercedes, le veía más pinta de Audi. Cuando nos acercamos efectivamente ¡un Mercedes Benz SL flamante! En color negro. Este hombre es perfecto en todo y tiene tan buen gusto para los coches como para las mujeres… sonrío sin darme cuenta por mi pensamiento engreído e insoportable. Se dirige a la puerta del copiloto para abrirla, me tiende su mano y yo encantada la acepto dedicándole una esplendida sonrisa  poco habitual en mí. Mientras se coloca en el asiento del conductor, percibo un gesto de sinvergüenza delatándolo la presión de su boca, como sí aguantase la risa. Y la guinda del pastel la pone cuando me dice con voz seductora...

4 comentarios:

  1. Ayyy una semana mas me dejas con la miel en los labios... Estoy mas impaciente por saber lo que dice Gerard que la propia Valentina. Una semana mas lo has vuelto a conseguir. Enhorabuena

    ResponderEliminar
  2. A esta pobre Valentina se le van a quitar todos los pajaritos en una semana ya, tu verás!
    Impaciente estoy ya, y enamoradísima de Gérard.
    De nuevo, genial.

    ResponderEliminar
  3. De nuevooo con la intriga.... m quedooo . Esperando a la proxima semana aunque m imagino algo yaa!!

    ResponderEliminar
  4. Me quedé intrigadísima con este último capítulo. No nos tortures mucho, adelanta alguna cosilla pronto 😭❤

    ResponderEliminar