- Jimena por favor. Para
de chillar....
- No puedo Valentina,
estoy de los nervios...
¡Cuéntame todo ya! Por
Favor.
- Si pero antes de eso
dime, ¿hablaste con
Diego? Y pon el coche
en marcha si no,
llegaremos tarde.
- Si, esta semana se va
de casa.
- ¡Uf! Menos mal, le dije
a Gerard que no estabas
con Diego. ¿Sabes que
Mateo conoce a Diego?
- ¡Qué!
- Igual que tu, me quedé
yo. Lo conoce de la
consulta. Su ex llevaba
allí a su perrita.
- Entonces Pedro, ¿sabe
que yo tenía pareja?
¡Qué vergüenza!
- No. Pedro no sabe
nada.
- ¡Menos mal! Me
encanta Valentina...
- Lo se pero... No te
hagas muchas ilusiones.
Me ha comentado
Gerard que no es
hombre de relaciones.
- Eso ya se verá... Y
ahora por favor te lo
pido... ¡Cuéntame ya!
Le cuento todo desde el principio y Jimena no puede cerrar la boca...
Ya hemos llegado.
- Ay amiga... Me encanta
vuestra historia. Yo sabía
que era Gerard lo que
necesitabas...
Lo supe desde que lo vi.
- Si es que eres muy lista.
- De siempre...
Entramos y desconectamos ambas, centrando la mente en el trabajo. Me suena un mensaje. Pongo el teléfono en silencio pero veo que el sms es de mi piloto. No puedo resistirme a mirarlo... Término de saludar y...
" Si fueras un reloj imagina
que tu pierna derecha marca
las 10:00pm y la izquierda las
23:59pm ¿te gustaría pasar el
resto del tiempo conmigo? "
Mi consciencia me traiciona y se me escapa una risa sin querer...
- ¡Valentina! ¿Qué
haces? Venga suelta el
móvil que vamos a
entrar ya en la reunión...
- Jimena lee esto.
- ¡Oh my god!
Nos echamos a reír las dos...
- Contesta rápido.
- No. Que espere...
Después de la reunión,
¡vamos!
En medio de la reunión noto vibrar el teléfono... La curiosidad me está matando. Disimuladamente miro a ver quien es... Jimena me está mirando con los ojos como platos. Gerard nuevamente... Estoy loca por abrirlo pero ahora no puedo, le hago un gesto a Jimena. Vuelve a vibrar ¿otro? ¡Ay Dios mío! Gerard otra vez... ¿Qué le pasa a este hombre? Estoy impaciente porque termine la reunión y leer los dos mensajes... Vuelve a vibrar ¡No me lo puedo creer! No puedo más y disimuladamente...
" Estoy disfrutando de
imaginarte en esa reunión
importante toda nerviosa y
desconcentrada "
" Vente conmigo "
" Nena me encantan todas
tus braguitas "
No puedo evitar ponerme roja... Jimena está hablando y aprovecho que todos le prestan atención para contestarle a este sátiro...
" No se te ocurra seguir
registrando mis cosas "
Guardó el teléfono en el bolsillo de mi blazer y nuevamente...
" Cuando vuelvas quiero
ver en directo el desfile de
Victoria Secret "
¡Lo mato!
" Gerard cuando llegue te
vas a enterar "
De repente...
- ¿Qué opina usted
Valentina?
¡Ay Dios mío! No me he enterado de que estaban hablando...
- Opino lo mismo que
Jimena.
- Perfecto entonces...
Nos levantamos todos y al fin ha terminado esta reunión... Loca por salir fuera para leer el nuevo mensaje de Gerard.
Cuando llegue a casa se va a enterar.
" No te enfades que ya
sabes lo que me pasa... "
Jimena se acerca a mi en cuanto nos despedimos...
- Valentina, que fuerte
¿no?
- Sin comentarios.
- ¿Por qué? A mi me
encanta...
- A mi no Jimena. Me
esta mirando las bragas
¡esto es muy fuerte ya!
- ¿Qué dices?
Jimena se troncha de risa y yo... Quiero salir fuera a fumar ¡ya!
- Valentina ya está el
proyecto cerrado. Ve a
casa y échale la bronca
a tu piloto... Ya está
todo controlado. ¡Ah! Y
que no se te olvide
follartelo ¡por favor!
- ¿Lo dudabas?
No puedo evitar reírme al ver su cara...
...
Entro en casa y... ¡Esto qué es! Mi maleta de cabina en la puerta...
- ¿Gerard?
Sale con una toalla blanca liada en la cadera y medio mojado... Dejando a la vista sus marcados oblicuos ¡Ay Dios mío! me estoy poniendo malísima...
- ¿Esto que es?
- Una maleta...
- Gerard eso ya lo se.
Deja caer su toalla y contemplo su erección a plena luz del día... ¡Qué maravilla de hombre! Me mira con cara de sinvergüenza y acercándose me dice...
- Relájate nena.
Me besa y yo dejo caer mi bolso al suelo... Me quita la blazer y todo lo demás con la misma soltura de siempre ¡como me excita! de pronto me coge y aquí mismo, en la entrada de casa, como si no hubiese sitio más cómodo me introduce su miembro y yo gimo... La sensación de placer es máxima. La fuerza que tiene me hace sentir una pluma... Disfruto de sus besos llenos de pasión, la excitación me posee al completo... Este hombre es una máquina de activar hormonas, inevitablemente y sorprendida por mi rapidez... después de la última imagen en toalla no me queda otra que llegar al clímax, dejando caer el peso de mis brazos en sus hombros, gimo. El sigue sin cansancio apretando mis glúteos con sus manos mientras muerde mi boca. Gime, llegando a su eyaculación. Nos miramos riéndonos con las caras pegadas y suavemente me baja de sus brazos. Y no puedo resistir decirle...
- Así quiero que me
recibas todos los días.
Se ríe a carcajadas...
- Valentina, Valentina...
- Deja de recitar mi
nombre y explícame
ahora mismo que hace
ahí mi maleta.
- Nos vamos.
- ¿Cómo que nos
vamos? ¿Dónde?
- Sorpresa...
- Gerard no me gustan
las sorpresas. Además
mañana trabajo.
- No trabajas hasta la
semana que viene.
- ¿Te has vuelto loco?
- Hace más o menos dos
meses que estoy loco,
ya te lo comenté
¿recuerdas? o mejor
quieres que te lo vuelva
a decir...
- ¡Ay Gerard! no te
empieces a poner
meloso ¡por favor!
Seamos realista. Tu no
estas loco y yo tampoco
por eso no me puedo ir.
No puedo dejar de
trabajar así de un día
para otro. Es mi
empresa, mi futuro
¡entiéndelo!
- ¿Por que no dejas de
intentar controlarlo todo
y te dejas llevar?
Suena mi teléfono. Es Jimena.
- Dime Jimena.
- Valentina he tardado
en llamarte para que
tuvieras tiempo de
echar un polvo sin
interrupciones...
- Jimena ¡por favor!
Se ríe sin parar... Y yo me voy para la cocina, necesito beber agua. Gerard no me quita ojo de encima...
- Valentina ¡por favor!
¿Esta Gerard ahí
contigo?
- Sí, ¿qué pasa?
- Gerard me escribió
esta mañana. Y como te
conozco y se que le vas
a decir que no te llamo
para eso... Vete por
favor. Esta Carlota y
estoy yo. No es una
semana de mucho
trabajo, lo podemos
hacer solas las dos.
Además yo eso lo he
hecho muchísimas
veces... Ahora te toca a
ti.
Miro a Gerard y no puedo negarme...
- Esta bien Jimena.
Gracias.
- A mi no me des las
gracias por eso. Casi
nunca pillas vacas así
que las tienes muy
merecidas. Ten cuidado.
Te quiero.
- Yo siempre más.
Le sonrió a mi piloto y el agacha la cabeza riéndose... ¡Qué guapo!
- Una cosa Gerard. Es
la última vez que
registras mis cosas...
- Tenía que hacerte la
maleta. Pensé que
llegarías tarde.
- ¿Dónde vamos?
¿Cuándo volvemos?
- Volvemos el domingo.
Pero... Donde vamos
no te lo voy a decir. Me
da igual que no te
gusten las sorpresas.
- ¿Tu no pensarás que
yo viaje hasta el
domingo sin saber
donde voy y con una
maleta de cabina?
- Llevas lo justo y
necesario. Créeme no
necesitarás nada más.
- Gerard ¡no!
- Valentina ¡si!
...
Ya estamos en el aeropuerto ¡ay Dios mío! Estoy muy nerviosa...
- Quédate aquí
Valentina. En seguida
vuelvo.
Me da un beso y se va... Me quedo aquí sentada con las dos maletas de cabina. ¿Dónde me llevara mi piloto?
Ahí está ya lo veo venir ¡qué guapo! no me canso de mirarlo. Me mira y se ríe, algo tiene entre manos...
- ¿De qué te ríes?
- De tí.
- ¿De mi? Escúchame
Gerard no te pongas
tonto que te quedas
sólo ¡eh!
Se ríe a carcajadas... Le encanta escúchame rajar.
- Eres muy graciosa.
- Gerard tu no estas
bien, ¿yo graciosa?
- Si mucho. Ahora nos
vamos. Quiero que te
pongas estas gafas, las
tienes que llevar
puestas hasta que yo te
avise. No antes
¿entendido?
- Eso ¿por qué?
- Porque lo digo yo.
- ¡Gerard!
Nos echamos a reír. Y sin entender nada decido ponerme esas gafas que me ha traído mi piloto como si fuese a ver una película en 3D pero sin ver absolutamente nada.
- Gerard no veo nada.
- Dame la mano, no me
sueltes, tranquila no te
pasara nada. Confía en
mi.
Ay Dios mío, hago caso a todas sus indicaciones para no caer y ya me estoy agobiando... De repente me da una palmada en el culo y automáticamente me quitó las gafas... Lo miro y se está riendo.
- Sabía que si lo hacia
te quitarías las gafas así
que pensé que sería la
mejor forma de avisarte.
- ¿Esto qué es?
- Un avión y mira nena.
Estos son los asientos...
- ¿Tú quieres que yo te
mande al carajo? Me
refiero a para que
cojones me has traído
desde la otra punta del
aeropuerto con esas
gafas que no se ve nada.
¿Esta es la sorpresa?
¿Viajar en turista? Vaya
mierda de piloto que
debes ser tú.
- Y vaya mierda de mente
la tuya, pensar que voy a
llevar un avión de
quinientos pasajeros para
ti sólita ¿no? Pero si lo
que quieres es volar
conmigo eso lo podemos
hacer ahí en el baño. Es
chiquitito pero lo
suficiente para coger
impulso.
- ¿Dónde vamos?
- Te gustará, además
haremos escalas...
No me da tiempo a volver hacerle otra pregunta cuando me besa...
- Deja de hacer
preguntas Valentina.
Déjate llevar y disfruta del
paisaje.
...
Después de quince horas de viaje y dos escalas diferentes al fin hemos llegado... Salimos del aeropuerto y...
- Nena ahora nos vamos
en lancha pero será
rápido unos veinte
minutos sólo y llegamos.
- ¿Me quieres matar?
Se ríe y me deja esperando con las dos maletas. Estoy muerta, súper cansada. Vaya palizón me está dando mi piloto. Lo veo venir y me enseña unas llaves moviéndolas.
- Ya prácticamente
hemos llegado nena.
- Si, ¡claro! Eso me llevas
diciendo hace horas.
- Impaciente.
- Mentiroso.
Nos montamos en la lancha rápida que el dirige y es una gozada. Todo oscuro en medio del mar, con este hombre ahí manejando... Amarra la lancha y ahora si hemos llegado. Me ayuda a bajar y coge las dos maletas. ¡Que bonito!
- Ya hemos llegado
Valentina.
- ¿Dónde estamos?
- En Baros.
- ¡Me encanta!
- Pues deja que
amanezca nena...
Venga rápido que ya
casi estamos.
Acelera el paso y yo lo sigo impaciente por ver donde voy a pasar estos días con mi piloto. Cuando llego es un refugio ideal de techo de paja y las hamacas colocadas, combinan a la perfección en el ambiente natural de la isla y con las tremendas ganas de estar aquí con el en medio de una isla salvaje... Me mira suelta las maletas y aquí en medio me coge me besa cogiéndome en brazos y empieza a desnudarme, siento las pulsaciones de mi corazón en la garganta, la pasión de sus besos y sus caricias combinadas con la arena me hacen sentir liberada y en este momento en medio de la nada me vuelve hacer suya. Yo estoy completamente entregada, las olas de la orilla nos alcanzan y la excitación aumenta con nuestros cuerpos mojados. Quiero quedarme aquí el resto de mi vida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario