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domingo, 17 de mayo de 2015

Capítulo XVII



   Al fin llego el fin de semana... Hoy no me molesta que suene el despertador, ni el estrés que pueda haber dentro de mi agenda. Hoy a medio día me voy a la bella Italia de la mano de mi Gerard. 

- Buongiorno nena... No me tardes hoy ¡eh! 
- Non è il mio amore. Non oggi.
- Ummm no me hables así de cariñosa y en italiano, que no me controlo.
- Cosquillas no, por favor...

   ¡Menos mal que ha parado! Qué mal lo paso... Entro en el baño para ducharme y vestirme.

- Nena, el café esta listo.
- Voy...

   Me lo tomo rápidamente, le doy un beso y cojo el bolso para salir... 

- Avísame cuando termines para recogerte ¿ok?
- Ok. 
    Mientras cruzo la peatonal de La Rambla no puedo evitar reírme sola... Ahí estaba hace nada Gerard, dentro de un coche y yo sin saber que existía. No puedo estar más agradecida a la vida y a pesar de que dentro de mi, tengo el resquemor de Victoria, se que ella donde esté, se alegrará de verme tan feliz. Suena mi teléfono... Es mamá.

- Valentina cariño, ¿ya te has ido?
- No mama, voy para la oficina. ¿Te pasa algo? 
- No Valentina, sólo que ayer te dejaste en casa el cargador del portátil.
- ¡Ay si! Es verdad no la encontraba y mira... Estaba allí. De todas formas no te preocupes no pasa nada. Tengo otro. 
- Valentina quiero que sepas que tu padre y yo estamos muy orgullosos de tu cambio. Tienes una fuerza para enfrentarme a las cosas envidiable hija. 
- Esa fuerza la aprendí de vosotros... Así que cuando me mires quiero que observes tu propio reflejo. 
- Valentina calla, no quiero emocionarme. Ten cuidado cariño y dale un beso a Gerard. 
- De tu parte, otro muy grande para vosotros. El lunes ya me pasaré a veros. Te quiero mamá.
- Yo te quiero más mi vida. 

    Suena mi teléfono...

- Dime Jimena.
- ¿Dónde estas?
- A punto de subir al ascensor... ¿Tú dónde estas? 
- Esperándote.
- Ok. Te veo en un minuto...

   Noto a Jimena nerviosa ¿qué le habrá pasado?

- Bon dia, Carlota.
- Bon dia, Valentina.

   Entro en el despacho de Jimena y ahí está... Muerta de nervios mirando un ramo XXL de rosas blancas. 

- Corre Valentina, hazme una foto para Instagram. 
- ¡Pero bueno! Eso que es... ¡Qué barbaridad! 
- Me lo ha mandado mi Pedro. Casi me hiperventilo cuando lo vi.
- ¡Ay Dios mío! Y esto a que viene...
- A que va a ser... Que lo tengo loco. Hoy si, mañana no, así voy con el y me está funcionando para engancharlo. Venga hazme ya la foto. 

   Le hago la foto y cuando la ve empieza a gritar histérica... La verdad que el ramo es para volverse loca. 

- Dale a me gusta ya Valentina.
- Ya voy...
- ¿A qué hora te vas? 
- Tengo el vuelo a las cinco y media. Así que no me entretengo más que lo quiero dejar todo listo antes de irme.
- Vale, entonces nos vemos a tu vuelta. 

   Me abraza y me llena de besos como si me fuera al fin del mundo...

- Pásalo bien amiga y ponte el vestido nuevo que vas a ser la más guapa de la fiesta. 
- Eso no lo dudes...
- ¡Claro amiga! Pero que no se te olvide que eso va a ser posible porque yo, no voy contigo.

   Nos echamos a reír y nos interrumpe Carlota. 

- Valentina, está aquí el 
Sr. Fabianelli.

   Miro a Jimena con cara de espanto y ella se ríe...

- Al lío Valentina. 

   Salgo y lo saludo...

- Paolo ¿Tú por aquí? Habíamos quedado el lunes...
- Si Valentina, lo que ocurre es, que salgo para Italia en tres horas y voy aprovechar para arreglar unas cosas... No volveré hasta el jueves más o menos. 
- Sin problemas, Paolo. No debías de haberte molestado en venir. Me podías haber enviado un e-mail. 
- Estaba de paso... No ha sido molestia alguna. ¿Te apetece un café? 
- No, gracias Paolo. 
- Dámelas después del café. 
- ¿El qué?
- Valentina, las gracias. 

   ¿Este tío de qué va? No quiero ponerme borde porque es un cliente pero, me está tocando las narices ya.

- Quizás otro día que este menos ocupada. 
- Te tomo la palabra.Y ahora me marcho.

   Si vete ya...

- Que tengas buen viaje. 
- Grazie Valentina. Hasta mi vuelta. 

   ¡Madre mía! Como me mira este hombre, me intimida muchísimo. Sale Jimena y delante de Carlota...

- Valentina, este tío te quiere follar muy fuerte. 
- ¡Jimena! 

   Carlota suelta una carcajada... Y seguidamente se retira. 

- Se te va Jimena. Yo de verdad ¡eh! 
- Ya veras como no me equivoco. Te desnuda cuando te mira. Es un descarado vamos... 
- No voy a perder mi tiempo hablado de esto porque me estoy poniendo de mala hostia. 

                          ...

   Y por fin estoy en el aeropuerto rumbo a Milán. Mi piloto no podía vivir en otro sitio de Italia que en una de las ciudades más importantes de la moda... ¡Estoy de los nervios porque llegue mañana para ir de compras! 

- Gerard, mañana me vas a llevar hacer unas compras ¿verdad? 
- Si claro, como no, llevas la maleta vacía... No tienes nada que ponerte. 
- Ay Gerard, es que me encanta tu ciudad, cada vez que puedo me escapo con las chicas... 
- Mañana por la mañana voy aprovechar hacer unas cuantas cosas, tu te vas de compras sola. No te perderás, sólo tienes que bajar de casa y tienes todas las tiendas que quieras. ¡Vas a conocer mi ático nena! Te va a encantar, todas las habitaciones tienen vista a la terraza que a su vez domina Via Montenapoleone y Via Matteotti.

   Jimena se muere cuando se lo cuente...

- ¡Nene! vives en el paraíso. 
- Eso dicen todas...
- ¿Cómo que todas?

   Le pongo cara de enfado y le doy una palmada en el brazo... Seguidamente nos echamos a reír y me da un beso. 

                           ... 

   Nos bajamos del taxi y entramos en el ático de mi Gerard. La curiosidad me está matando... Una vez dentro, me encuentro con un espacioso hall de entrada que conduce al salón con el comedor, más adelante una espaciosa y cuadrada cocina, una sala y una habitación que comunica con un cuarto de baño diáfano ¡Me encanta! Todo decorado con mucho gusto y poco recargado. Subimos a la parte de arriba y me encuentro un espacioso salón con chimenea y cuatro sofás vintage de diseño isabelino tapizados en piel desgarrada en color chocolate y una enorme mesa baja encima de una alfombra del siglo XX. Observo el cuadro de encima de la chimenea y es una joya de Miguel Ángel. Salimos a la terraza y aquí muero... cuando observo la vista que me ofrece este espacio abierto situado en todo el corazón del distrito de la moda, considerada la zona más elegante de toda la ciudad. 

- ¿Te gusta nena?
- Me encanta Gerard. Vivir aquí tiene que ser una pasada... Yo amo a Milán. Es una ciudad súper metropolitana ¡Me chifla! Es una pena tener esta maravilla cerrada.
- La verdad que echo mucho de menos estar aquí. La niebla de las mañanas y ese olor a café de bar que te envuelve... Milán tiene un color diferente, me encanta el aspecto severo y fuerte de sus edificios (algo parecido a Londres)  Mi barrio bohemio (Navigli) lleno de músicos, artistas, escritores, etc... Por no hablar de la noche blanca de la moda ¡una locura! Todo lleno de turistas que vienen expresamente a comprar esa noche, ¡es una maravilla! No se... Es todo en general. Echo de menos hasta los Rusos. 
- Gerard, como hablas de tu ciudad es conmovedor, se nota que lo pasas mal fuera de aquí...
- Pasarlo mal exactamente no, sencillamente te acostumbras, lo que si tengo es, ese vacío de la añoranza de mi tierra. Pero también te digo que después se me quita todo, porque el amor por mi profesión es más fuerte. Como te comenté una vez, es un sueño convertido en realidad. Cuando piloto entro en un total éxtasis, es difícil entender mi manera de pensar y me encanta defender lo mío. Los americanos son muy patriotas y con ellos me identifico bien. Estoy cómodo allí... La verdad.
- Pues me alegro entonces y realmente puedes venir cada vez que quieras... ¡Además con lo poco que trabajas!

   Nos echamos a reír mientras dejamos la terraza y nos dirigimos abajo. 

- Valentina coge el bolso vamos a dar una vuelta... ¿Te conoces bien Milan? 
- Hombre conocer, conocer... No. Vengo poco, normalmente en la semana de la moda... Zona de tiendas y poco más. 
- Conoces... ¿Salón de la Milán?
- Dicen que fue el primer centro comercial de la historia, si no me equivoco empezó como Galería Victtorio Emanuele II, en 1878 y además es una maravilla arquitecta por su diseño entre el vidrio y el hierro que forman su alta cúpula. Pero lamentablemente aún no he tenido el placer de conocerlo. 
- Joder nena, que nivel cultural. 
- Soy arquitecta Gerard.
- Lo que eres es un cerebrito. 
Vamos, prepárate para ir de shopping a un centro comercial de verdad... Pasearás mientras compras por donde se filtra el cielo milanés y donde confluyen las dos calles que separan la plaza del Duomo de la plaza de La Scala. Te va encantar...

                           ...

   Abro los ojos y encuentro una bandeja con mi desayuno en la mesita de noche ¡qué detalle! Una rosa roja y una nota de mi Gerard...  
   "Sei bella dormire. Ti amo"
¡Ay Dios mío! Pataleo sola en cama de la felicidad... Cojo la bandeja y salgo a la terraza para desayunar allí tranquilamente. 
   Me doy una ducha y me visto a lo Julia Roberts en Pretty Woman con pamela incluida y vestido entubado. Mis Valentinos para aguantar lo que me echen... Y lista para salir.
   Nada más bajar me llena el olor a café de bar que ayer comentaba Gerard... Cojo mi teléfono y llamo a Jimena.

- ¡Ay amiga! No contaba con esta llamada ¡qué ilusión! ¿Cómo estas? 
- Jimena, agárrate. 
- ¿Qué pasa? ¡Dime ya! 
- ¿Sabes donde estoy? ¿Sabes donde tiene mi piloto un ático de 200m2 que te mueres? 
- ¡Ay Dios mío! ¿Dónde? Venga ya...
- Via Montenapoleone.
- ¿Qué dices tía? ¡Qué fuerte! Ocho mil euros a la semana cuesta el alquiler de un apartamento en aquella zona Valentina. 
- Si es muy fuerte, yo sabía que Gerard está bien y tal... Pero a este nivel...
- Pues yo espero que Pedro esté al mismo porque si no, lo descambio. 

   No puedo evitar reírme con las cosas de esta Jimena...

- Si es que no puede ser, si es que yo debería de estar ahí contigo, joder.
- ¡Ay si Jimena! 
- ¿Qué pasa que tus cuñaditas no han invitado a su fiesta de cumpleaños a mi Pedro?
- Pues, no se... La verdad. Gerard no me ha comentado nada.
- Ahora mismo voy a llamar a Pedro para preguntárselo. 
- ¡Qué dices! 
- Lo que oyes.

   Me cuelga... Sigo paseando y me siento a tomar un café y fumarme un pitillo ¡me apetece! Enseguida se acerca el camarero.

- Ci vorrà la signorina.
- Caffè con zucchero due volte, grazie.

   Suena mi teléfono es Jimena... 

- Valentina.

   Mi Jimena tiene voz de derrotada.

- Dime...

   De la derrota pasa a la histeria...

- Qué ya no eres la más guapa de la fiesta... Que Pedro y yo vamos al cumpleaños de los clones. 
- ¡Qué me dices! ¡Qué alegría! 
- Es mentira. Es que eso es, lo que me hubiese gustado.
- Jimena, tu no estas bien. ¿Qué te ha dicho Pedro?
- Que si, que está invitado, pero que le apetece más estar conmigo a solas...
- Si claro, ese lo que está es caliente perdío. Escúchame son las nueve y media sólo. Yo se que hay un vuelo a Milán a las once y media. Llegarías a la una. Te coges el trolley metes cuatro cosas y te vienes a Milán. Yo ahora te compro el vestido para esta noche ¿te parece? Demuéstrame que es verdad que tienes loco a Pedro.
- Hecho. 

   Me vuelve a colgar... Me estoy riendo por dentro porque se que va a venir como que se llama Jimena. Llamo a Gerard.

- Buongiorno amore mio.
- Buongiorno Gerard.
- ¿Dónde andas? 
- Aquí tomando un café... Sola.
- Ummm. Te estoy imaginando, muy sexy con un vestido tubo en color nude, tu café y tu pitillo en la boca... Hablando por teléfono con tus gafas de sol y tu pamela mirando hacia un lado, con ese cruce de piernas que vuelve loco...
- Joder Gerard. ¿Cómo sabes eso? 
- Estoy justo en la cafetería de enfrente... Te llevo observando desde que te has sentado. Hablando con Jimena seguramente, por tu delatadora sonrisa, debe ser ella.

   Me cuelga. Miro y lo veo apoyado en una vespa, con las manos en los bolsillos... Se incorpora mirándome y viene hacia mi. ¡Qué guapo por favor! Llega a mi y me sonríe...

- Cuando te pones así, me asustas. 

  Se sienta a mi lado y me da un beso. Hoy es puro italiano. Está contagiado por el ambiente... No puede estar más guapo con sus Ray-Ban clubmaster en carey y cristal de espejo y para completar lleva un pantalón marfil, con unos blucher caramelo que hace juego con su cinturón, camisa blanca de fina raya horizontal en color celeste, y chaqueta lino de color tabaco. ¡Me encanta! 

- Después en casa, si que te vas asustar... Me tienes malo desde primera hora de la mañana, así que no respondo. 
- Yo tampoco respondo. Porque hoy estas increíblemente guapo. 
- Me gusta mucho, que te guste... 

   Gerard paga mi café, nos levantamos y me ofrece su brazo que yo acepto encantada. Vamos paseando mientras le voy contando mi conversación con Jimena. El se ríe sin parar porque al igual que yo, sabe que con lo que le he dicho a Jimena, vendrá seguro.

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