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domingo, 24 de mayo de 2015

Capítulo XVIII



   Estoy terminando de maquillarme para vestirme...

- Valentina, ya estoy lista ¿te queda mucho?

   Entra Jimena en la habitación y está espectacular con su vestido de Versace... 

- Estas guapísima Jimena.
- Tu estás muy porno... Venga vístete rápido que los chicos están listos. 
- ¿Dónde están?
- En la terraza, se están tomando una copa...
- Me queda los labios y termino.
- ¿Cuál te vas a poner al final? 
-  Valentino... La ocasión lo merece y además estoy loca por estrenar mis sandalias de strass. 
- Nuestras tarjetas aún están echando humo Valentina. 
- ¡Ay si Jimena! Nos hemos pasado... Gerard cuando me vio entrar, estaba asustado. 
- Pero bueno no debemos tener remordimientos para eso trabajamos tanto.
- Pues sí Jimena. Nos lo merecemos. Ya estoy lista. Vamos. 
- Valentina los regalos de Antonella y Donata ¿Dónde están? 
- Gerard los bajó al coche. 
- Perfecto, entonces ¡vamos! 

                           ...

   Llegamos... El sitio es espectacular ¡Vaya fiesta de cumpleaños! En seguida se acercan las anfitrionas... Abrazan a su hermano con muchísimo ímpetu. 

- Valentina qué alegría que hayas venido... Le he ganado la apuesta a Donata.

   ¿Apuesta? Se echan a reír Gerard y Antonella.

- Si, has ganado hermanita. A ver Valentina, yo dije que no vendrías y Antonella que si. Y al final estas aquí.
- Por nada del mundo me hubiese perdido vuestra fiesta de cumpleaños.

   Nos reímos los cuatro. Y se acercan Jimena y Pedro.

- ¡Chicas felicidades!
- Gracias Jimena... Nos encanta que estés aquí... 
- Mi trabajo me ha costado. Aquí vuestro amigo Pedro estaba haciéndose el remolón.
- Con qué... ¿Esas tenemos Pedro?
- Ya sabes que no me gustan mucho las fiestas Donata.
- Pero tu sabes que eres parte de nuestra familia y no puedes faltar a nuestro cumple... 
- Tienes razón Antonella.

   Mientras seguimos hablando, se acerca Ignazio y Aurora a saludarnos tan amables como siempre... Observo a lo lejos a Mateo con una espectacular mujer que se dirige hacia nosotros.

- ¿Qué tal hermano? Es más fácil verte aquí que en Barcelona.
- Me tienen secuestrado.

   Gerard le guiña a Mateo y saluda a ese portento de mujer...

- Valentina, ella es Alessandra.
- Encantada Valentina. 

   ¡Qué fuerte! Ella es esa tal Alessandra seguro... Me estoy poniendo de los nervios. 

- Lo mismo digo Alessandra.
- Te felicito Gerard.
- Gracias Alessandra.

   ¿A qué se debe esa imnecesaria felicitación? Mateo saluda a Pedro y a su vez Pedro con mucho entusiasmo también a Alessandra. Mateo le presenta Alessandra a Jimena como una amiga de la familia. 

- Nena, ¿Qué quieres tomar? 
- Lo más fuerte que tengas en el bar.

   Gerard se ríe, me coge de la cintura y me da un beso en la mejilla. 

- ¿Qué te pasa tontita?
- Es ella Alessandra. ¿Tú Alessandra? 
- Es la misma. Pero de mía nada. Será de su padre y madre. Ven conmigo.
- Por cierto Gerard, yo no he secuestrado a nadie... No me ha gustado nada ese comentario.
- Nena, ha sido una broma. 

   Me coge de la mano y me presenta a un par de invitados... Seguidamente vamos a por una copa. Yo intentó disimular lo mejor que puedo pero los celos me están matando. Observo a Jimena como se desenvuelve como pez en el agua con todos... Respiró hondo.

- Valentina... Te noto agobiada. No estarás así por Alessandra ¿verdad? 
- Yo, ¡para nada!
- Ese para nada ya lo estoy empezando a conocer. Alessandra no significa nada para mi y tu todo. Sólo quería que te quedara claro ¿entendido?
- Te he dicho que nada que ver con ella ¿entendido? 
- Así me gusta nena. Ahora vamos a pasarlo bien.

   Intento desconectar del tema. Soy una mujer segura, no me puedo permitir estas bobadas. Nos acercamos y Mateo sigue allí, pero ella no. Jimena les está contando a las chicas la tarde de compras que hemos tenido y ellas se ríen mucho con su expresividad. 

- ¿Qué tal el viaje Valentina?
- Muy bien Mateo. Corto.
- Las cosas buenas siempre se hacen cortas.

   ¡Ay Dios mío! Ahora me estoy rayando porque me ha venido a la cabeza la pregunta de Sofi de otro día ¡qué necesidad! De repente se apagan las luces y no podía ser otra cosas que el momento súper tarta...

- Valentina ¿vamos al baño?
- Espera Jimena, cuando soplen las velas vamos. Yo también estoy deseando y de fumar más. Así que primero salimos fuera.
- Vale.

   Por fin terminan de soplar las velas y ahora que empiezan abrir los regalos, aprovecho para salir fuera con Jimena.

- Valentina. ¿Has visto a la acompañante de Mateo? Una amiga de la familia dice que es. Esa tiene pinta de comérselo todo.

   Se ríe a carcajadas... 

- ¡Ay Jimena! Cállate.
- Pero, ¿qué te pasa? Tu tienes hoy la bipolaridad por las nubes...  
- Alessandra fue novia de Gerard. Justamente hablamos de eso en la isla. 
- ¿Y qué coño hace aquí? 
- Pues tu lo has oído igual que yo. Es una amiga de la familia.
- ¡Qué necesidad!
- Ninguna Jimena. No me gustó desde que oí su nombre en la isla. Ahora que la he visto aún menos.
- Valentina. Nada que ver contigo ¡eh! Lo que pasa que es muy alta y rubia, por eso llama tanto la atención.
- Mira Jimena no me consueles como la que tiene un ataque de celos ¡eh! 
- Es que lo tienes amiga. 
- No digas tonterías.
- Valentina, estas hablando conmigo. 
- Jimena que no, de verdad, simplemente no me gusta. No se por qué.
- Porque ha sido novia de Gerard, ¿por ejemplo? 
- Mira paso... Vamos dentro.

   Entramos. Está todo oscuro solamente iluminada la zona de baile. Pedro coge de la mano a Jimena llevándosela a bailar y yo busco a mi piloto con la mirada que para mi desafortunada sorpresa está con Alessandra bailando ¡metiste la pata Gerard! Pero hasta el fondo...
De pronto una voz en mi oído. 

-¿Te han vuelto a dejar sola? 
- Paolo... ¿Qué haces aquí? 
- Como te dije vine a Italia por unos asuntos e Ignazio en seguida lo supo, me invito al cumpleaños de sus bambinas. 

   Inesperadamente empieza a sonar un tango ¡qué me gusta! Así que ésta es la mía... Sin más me llevo a Paolo a la zona de baile y para mi sorpresa se desenvuelve bastante bien... Me olvido del mundo y me centro en uno de mis bailes favoritos, más aún con un hombre tan guapo y que sabe bailarlo tan bien... El está como loco, cada vez pega más su boca a la mía y yo saboreo mi inesperada pero acertada venganza. De repente me coge del brazo Gerard y dándome un giro me coloca frente a el, rodeando con su brazo mi cintura a la vez que me aprieta contra el... Continuo bailando pero ahora con mi piloto celoso, que me acaba de dejar atónita de como baila tango, con unos giros perfectos dejando ver el hombre alfa que lleva dentro. Está serio pero apasionado y yo me siento victoriosa por el resultado obtenido... Lamentablemente llegó el final y con el, un caluroso beso público. 

- ¡Gerard!
- ¿Ahora qué?
- ¿Por qué me has besado en público? 
- Porque era imposible resistirme a esa boca que me tiene loquito. 
- Suéltame... ¡Contenta me tienes!
- Tú a mi ¿no? 

   Nos interrumpe Jimena.

- Bueno, bueno, parejita... Vaya momentazo que habéis tenido. ¡Qué barbaridad!

   Gerard y Jimena se ríen... Se acerca Alessandra.

- Gerard, ¿puedes venir un momento? 
- Si, enseguida vuelvo.

   Me guiña y se va...

- Valentina, te está provocando. Así que tranquila. Muéstrale indiferencia porque si no, se sentirá victoriosa y además le sumará puntos con Gerard porque ella es un encanto y tu no sabes comportarte ¿ok? 
- A mi ¡ya ves! Como si se lo quiere comer... 
- Ay Amiga, que orgullosa eres... 
- No empieces Jimena. 
- ¿Qué casualidad Paolo aquí, no?
- Es muy amigo de Ignazio. Ayer me comento que venía a Italia y como es de lógica Ignazio en cuanto lo supo, lo invitó... 
- Yo cuando te vi bailar con el casi me da un ataque... A Gerard otro lógicamente. Dejó a Alessandra para separaros... Me ha encantado ese momento delante de todos. Y ese beso del final como diciendo... ¡Cuidado Paolo, Valentina es mía!

   Se ríe sin parar...

- Mira Jimena, de verdad que cuando entramos y lo vi bailando con Alessandra casi me hiperventilo. ¿No había más mujeres? Pero a Dios gracias, estaba el buitre de Paolo al acecho y la verdad me sirvió de mucho. 
- No lo dudes... Pero si te digo una cosa. Paolo, está coladito por ti. Y por lo que veo, le da igual que estés con el hijo de Ignazio. Así que mucho cuidado. 
- No está nada mal para tenerlo de repuesto.
- ¡Uy Valentina! Que pronto aprendes. Tu sigue provocándolo que Paolo va a dar un reventón de testosterona en cualquier momento. Míralo, allí en frente lo tienes, mirándote ¡qué descaro! 

   Me giro, lo miro y si Gerard está con Alessandra, ¿por qué yo no voy a estar con Paolo?

- Jimena ahora vuelvo...

   Me dirijo hacia Paolo que me mira con una gran sonrisa y me interrumpe el paso Gerard.

- ¿Dónde vas? 
- Hablar con Paolo ¿por?
- Por nada... Tu sabrás lo que haces. 

   Ni le costesto y sigo hacia delante. Me coge del brazo... 

- Yo me voy ya... ¿Tu qué haces? 
- ¿Ya?
- Si, ¿qué pasa te quieres quedar hasta el final? 
- Claro que no. Si te vas ¿qué sentido tiene que yo este aquí?
- No se, tu sabrás si se te ha perdido algo...
- A mi nada y ¿a ti?
- Vamos.

   Me coge de la mano y nos dirigimos fuera...

- Gerard espera, mi bolso. Además no me voy a ir sin despedirme.
- De ¿Paolo?
- De Paolo no, de tu familia ¿no? 
No procede...
- Te espero fuera.

   Se gira dándome la espalda y se enciende un cigarro. 

- ¿Qué te pasa Gerard? 
- ¿Aún sigues aquí?
- No me vaciles. 

   Me mira muy fijamente...

- No me toques los cojones Valentina. 

   Me doy la vuelta, entro, cojo mi bolso, me despido de las gemelas y de Aurora. Salgo porque a los demás no los veo y con el cabreo que tengo lo mejor será mejor que me vaya ya. 
  Ahí esta Gerard de espaldas, con las dos manos en los bolsillos del pantalón. Paso delante suyo y bajo las escaleras lo más rápido que puedo para coger el primer taxi que encuentre. 

- ¡Valentina! ¡Valentina!

   Viene detrás... Yo acelero el paso y me meto en un callejón para despistarlo. 

- ¡Valentina! 

   Ya me ha visto. ¡Mierda!

- Nena para por favor... 
 
   Me hago la Sueca y sigo hacia delante... Acelera el paso y me alcanza. Me para contra la pared con las manos en paralelo y me mira. Yo creía que me iba a echar la bronca ¡pero no! Me besa apasionadamente, aquí en medio, en una calle cualquiera de Milan a oscuras y solos. Cuando me besa así yo me rindo por completo. 

- ¿Dónde ibas tan rápida? 
- Al aeropuerto. 

   Se pasa la mano por la cabeza y empieza a reírse...

- No creo hubieses sido capaz.
- Ponme a prueba. 

   Me coge literalmente como un saco de patatas y me saca de ese callejón oscuro yo pataleo para que me suelte mientras el se ríe y me da cachetes en el culo para que me este quieta... Cuando llega la luz me baja.

- ¿Qué haces Gerard?
- Joder pues soltarte, no es lo que querías...
- Mira, mejor déjame.

   Me voy andando hacia delante y escucho sus carcajadas...

- Pero nena ¿dónde vas? Es por aquí.
- No es por aquí, crees que no tengo orientación. Se perfectamente que hemos venido por aquí. 
- Si nena, pero para el aeropuerto es por el otro lado.

   No puedo evitar reírme al ver su cara de titiritero. Se acerca a mi rodeando mi cintura y de un sólo movimiento me sitúa en la línea de su sonriente boca... 

- Nena, ¡qué difícil eres! No pierdas el tiempo que tenemos, en enfados tontos... 
- Gerard, no me vuelvas hablar así. No te lo permito.
- ¿Así como?
- Sabes muy bien por donde voy Gerard... 
- No me gusta Paolo, ya te lo he dicho y tú sigues y sigues.... 
- A mi no me gusta Alessandra y lo sabes.
- No es comparable. Valentina, es un amiga de la familia. Han pasado muchos años desde que estuve con ella. Éramos unos niños. No significa nada para mi ya te lo he dicho. 
- Pues lo mismo Paolo, es mi cliente y casualmente también un amigo de tu familia. 
- Valentina, sabes igual que yo que no. Además Paolo es amigo de mi padre. No de la familia. 
- Mira paso del tema... Tu entiendes lo que te conviene.
- Nena, ¿te estas dando cuenta? 

   Empieza a reírse parando el paso...

- Esto es un batallita de novios en toda regla... 
- Ay, Gerard no digas tonterías. 
- Me encanta.
- No se dónde le ves el encanto, además, de batallitas llevamos desde el primer día.
- No nena, no es lo mismo.

    Vuelve a parar el paso y frente a mi...

- Valentina me estoy enamorando de ti. O mejor dicho, ya lo estoy. 

                                       Continuará...

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