Me quita la copa de la mano y la suelta. Mi corazón se acelera como si estuviese haciendo un campeonato de triatlón. Se vuelve, me besa volviendo activar mis hormonas y me dejo llevar... Hunde su cara en mi cuello a la vez que yo mis dedos en su pelo convirtiendo a mi tacto participe de la percepción agradable que me proporciona tocar a mi piloto... Y otra vez vuelta a empezar. Estar con el, aquí, todo para mi solita... Es una maravilla y por eso quiero exprimirlo al máximo, disfrutar de sus besos con sabor a tranquilidad, esa que me faltaba y que ahora tengo. La evocación cambia aumentando mi deseo. Acercándose a mi oído me susurra nuevamente...
- Me quedaría aquí
contigo encerrado el
resto de mi vida...
Me estremezco, sabe que me gustan sus susurros y los acentúa aún más para obtener el resultado que quiere de mi. Lo beso liberando mi alma y dejando hablar a mis sentidos... Obedeciendo a mi pensamiento tomo el control dirigiendo mi mano hacia su miembro erecto, lo miro sonriendo y el reacciona colocándose encima ¿dónde vas tan rápido? Ahora mando yo... cambió el sentido, quedando encima suya, la poca luz que hay en la habitación es la suficiente para poder contemplar esta maravilla de hombre, sintiéndome dueña del deseo de su mirada, su excitación aumenta la mía, lo beso mientras introduzco su miembro en mi sexo, tengo una sensación inexplicable pero extremadamente placentera, empiezo a moverme encima de mi piloto con una factuosa destreza y el me mira haciéndome sentir una deidad... Se incorpora para besarme y gime, coloca una mano en mi culo acompañando a seguir el ritmo, inevitablemente gimo por esa sensación tan agradable y excitante...
- ¡Oh! Nena...
Ya no aguanto más lo que me quedaba era oír su voz y estallo en mil pedazos... Seguidamente el me acompaña. La satisfacción que su cara refleja me lleva de seguridad... Se deja caer de espaldas en la cama y yo aún encima suya me echo hacia un lado... Me mira cogiendo mi cara y sonriendo pícaramente me dice...
- ¿Seguro que tu primera
vez ha sido conmigo?
Se echa a reír pellizcando mi nariz...
- Sí, ¿por qué?
- No, no, por nada... Estoy
un poco impactado con tu
soltura.
- Siempre fui una buena
alumna aunque tengo que
añadir que he tenido un
buen maestro...
Se ríe y ¡cómo no! responde...
- Aún así, tenemos que
continuar practicando.
- ¡Cuidado! A veces el
alumno supera al
profesor...
- Lo tiene complicado,
aunque debo añadir que
en este caso la alumna
promete. Por nada del
mundo querría perderme
las siguientes clases...
- Serás sinvergüenza.
Nuevamente se ríe y yo me derrito...
- No me hace gracia
Gerard.
- ¿Esto sí?
Empieza hacerme cosquillas... ¡Ah Dios mío!
- Gerard por favor de
verdad que no puedo...
- No te oigo.
- Gerard que me muero...
- He descubierto como
hacerte confesar... Ahora
dime que pensaste
cuando me vistes la
primera vez...
- Ni muerta.
¡Otra vez no por favor! Menos mal que se ha quitado de encima porque he estado a punto de darle una hostia. Miro la hora por curiosidad y para mi sorpresa son las ocho y media ¡madre mía! se me ha pasado el tiempo volando con lo lento que son para mi los domingos...
- ¿En que piensas
Valentina?
- ¿Sabes que hora es?
- Ni la se, ni me importa...
No puedo evitar reírme al ver su picara sonrisa.
- ¿Te apetece comer?
- No tengo hambre nena.
¡Ay! Me encanta que me diga nena... No soporto lo gilipollas que estoy ¿qué me pasa?
- Yo tampoco. Pero... lo
que sí me apetece es que
sigas contándome ¡por
favor!
- ¿Impaciente?
- Si, mucho. ¿Cómo
averiguaste que soy
arquitecta?
- Me lo dijo Mateo.
Coincidió en una subasta
benéfica con Diego el
novio de Jimena.
¡Ay Dios mío! Sabe que Jimena tiene novio... ¡Qué vergüenza!
- ¿Mateo conoce a
Diego?
- Si, Diego es el
veterinario de la perrita
Ángela, la ex de Mateo.
¡Qué fuerte!
- Gerard yo...
- Tranquila, Pedro no
sabe que Jimena tiene
pareja.
- No tiene, tenía... Es lo
que te quería aclarar.
Jimena, no está ya con
Diego.
No he podido evitar mentir. No quiero que piense mal de Jimena. Espero que Jimena cumpla su palabra al igual que yo he cumplido la mía.
- Valentina no la
excuses, me da igual lo
que haga Jimena, con
quién se acueste o si
tiene pareja...
- No Gerard, no quiero
que pienses que la estoy
excusando, simplemente
hago esa aclaración
porque es mi amiga y no
quiero malas
interpretaciones. Los
dos sabemos que ha
estado con Pedro... Y
por eso quería dejarlo
claro.
Empieza a reírse y yo no le veo la gracia...
- A Pedro le gusta
mucho Jimena, pero...
No es hombre de
relaciones serias. No se
sí me entiendes...
Eso ya lo intuía mi amiga...
- Perfectamente.
Sinceramente no se que
siente Jimena por
Pedro pero si te puedo
decir que acaba de
terminar una relación. No
se sí me explico...
- Como un libro abierto...
¿Qué hora me dijiste que
era?
- Ahora las nueve menos
cuarto ¿por?
- Porque nos vamos.
- ¿Dónde? ¿Ahora?
- Si, tienes quince
minutos...
- ¿Tú estas loco?
- Por ti si, catorce
minutos... ¿Puedo darme
una ducha rápida?
¡Ay Dios mío! ¿Dónde me lleva mi piloto?
- Si, claro. Pero yo
primero ¿ok?
- Vale pero no salgas
corriendo...
Nos echamos a reír los dos.
- Tranquilo está vez ¡no!
...
- Gerard. Ya estoy lista
más rápida imposible...
¿Dónde se ha metido este hombre? Voy hacia el salón para ver si está ahí fuera y lo veo hablando en la terraza por teléfono... Me acerco y cuelga.
- Estas preciosa.
- Como siempre...
Le guiño y se ríe...
- Anda ¡vamos!
modesta...
Nos montamos en el coche y nos vamos... No tengo ni idea de donde me lleva. Estoy nerviosa pero más feliz que nunca en mi vida... Lo miro mientras conduce ¡qué guapo! Con esa camisa blanca desabrochada... ¡Ay! tengo la tontura por las nubes. ¡Bueno! ¿Dónde va este hombre así vestido? ¡Qué intriga!
- Estas muy calladita
¿no?
- No, ¡tú! que no me
hablas...
Observo como nos dirigimos hacia la casa del Sr. Adriani ¡no creo! ¿No?
- Gerard. Puedes hacer
el favor de decirme
donde me llevas...
- Hay una cena familiar
en la casa de mama.
Esa que tu conoces tan
bien. Lo siento
Valentina no podía
faltar. Pero tampoco
puedo separarme de ti.
Así que no tuve otra
opción.
- ¿Qué?
Se ríe a carcajadas y yo me quiero tirar del coche.
- Déjame en mi casa
¡ahora mismo!
- No, no. Olvida esa
opción. Me acompañas y
no hay más que hablar. A
ver si va a resultar ahora
que no eres la mujer
valiente que yo
pensaba...
No me lo puedo creer ¡esto ya me supera! Bueno aguantare como pueda, no quiero hacerle un feo a mi piloto. ¡Total! Ya conozco a su familia...
...
- No te pongas
nerviosa... ¡Vale!
- Ya soy inmune.
Hemos llegado. Abre la puerta y... ¡Madre mía lo mato!
No hay comentarios:
Publicar un comentario